Trasplantan por primera vez un corazón «muerto» que había dejado de latir
Una nueva técnica permite a cirujanos australianos implantar corazones «en muerte circulatoria»
Una vez que ha dejado de latir, el corazón es el único órgano del cuerpo humano que ya no puede donarse. Para los riñones, hígado o pulmones y otros órganos no importa que el corazón deje de bombear la sangre que les alimenta. Los cirujanos tienen menos tiempo para trasplantar los órganos, pero es posible, salvo cuando se trata del corazón. Esta era la certeza o el paradigma médico, hasta ahora. Un equipo de cirujanos australianos del Hospital Saint Vincent de Sidney acaba de conseguir lo que parecía imposible al trasplantar con éxito un corazón que había dejado de latir antes de ser donado.
Es la primera vez que la medicina logra un trasplante de corazón en lo que se denomina «muerte circulatoria». No es solo una proeza médica, es también un primer paso para reducir la lista de espera de trasplante cardiaco porque podrán aprovecharse más donaciones.
Muerte cerebral
Hasta ahora solamente se utilizaban para este tipo de procedimientos quirúrgicos corazones vivos donados por pacientes declarados en muerte cerebral, como consecuencia por ejemplo de una hemorragia cerebral o un traumatismo craneoencefálico. En esos casos, la sangre sigue circulando y conserva en buen estado el corazón.
El cardiólogo y profesor de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Kumid Dhital, es quien ha liderado las dos operaciones en las que utilizaron corazones cuyos latidos habían cesado previamente. Para proteger los órganos, los médicos utilizaron una solución especial y una consola portátil que permite conectar el corazón a un circuito estéril. Así se mantuvieron calientes los corazones y se limitaron los efectos de una posible disminución del oxígeno o nutrientes cuando se mantiene en hielo.
Dentro de la consola portátil, que permite además transportar el corazón durante largas distancias, se puede cuidar y evaluar el estado del órgano. Incluso reanimarlo si sufre durante el viaje. Este tipo de estrategias para mejorar la calidad de los órganos donados ya se habían hecho antes con pulmones e hígados, aunque nunca con corazones.
Reducir la lista de espera
Según fuentes hospitalarias, los dos enfermos trasplantados, que padecían enfermedades cardíacas terminales, se encuentran en buen estado. «Se trata de un gran avance en lo que se refiere a la escasez de donantes y podría reducirse la lista de espera para trasplante», dijo Peter MacDonald , director médico de la unidad de trasplantes de corazón del hospital y jefe del equipo de investigadores en trasplantes del Instituto.
La primera persona en la que se realizó esta técnica pionera fue Michelle Gribilas de 57 años hace dos meses. Michelle padecía un fallo cardiaco congénito y su única opción posible era un trasplante cardiaco. «Ahora soy una persona diferente, estoy feliz, me siento como si tuviera 40 años», dice.