SALUD SEXUAL

Sexo en la tercera edad: beneficioso para las mujeres, peligroso para los varones

Practicar sexo aumenta la probabilidad de infarto en los varones más longevos, pero reduce el riesgo de hipertensión en las mujeres

En cantidades moderadas, el sexo es beneficios para las mujeres y los varones mayores FREE STOCK PHOTOS

M. LÓPEZ

Cumplir años no es una razón, ni mucho menos, para que renunciemos a un buen estado de salud. Tampoco a una buena salud sexual, dado que siempre se ha defendido que la práctica del sexo es buena para la salud general. Pero cuidado. O así sucede, cuando menos, en el caso de los varones. Y es que como muestra un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Michigan en East Lansing (EE.UU.), la práctica del sexo incrementa el riesgo de infarto de miocardio y de otros problemas cardiovasculares en los varones mayores. No así en las mujeres longevas, en las que el sexo conlleva un beneficio cardiovascular tan notable como es una disminución del riesgo de hipertensión arterial.

Como explica Hui Liu, directora de esta investigación publicada en la revista « Journal of Health and Social Behavior », « nuestros resultados ponen en entredicho la asunción ampliamente aceptada de que el sexo conlleva beneficios uniformes para la salud de todas las personas ».

Cuidado con los excesos

Para llevar a cabo el estudio, los autores analizaron el efecto de la práctica del sexo sobre el riesgo cardiovascular de 2.204 personas que, incluidas en el Proyecto Nacional de Envejecimiento, Salud y Vida Social de Estados Unidos, contaban con una edad comprendida entre los 57 y los 85 años. Concretamente, el riesgo cardiovascular fue establecido a partir de la medición de las cifras de presión arterial, frecuencia cardiaca y proteína reactiva, así como de la presencia o ausencia de enfermedad o episodios cardiovasculares –infarto de miocardio, ictus e insuficiencia cardiaca.

Concluidos los cinco años de seguimiento del estudio, los resultados mostraron que los varones mayores que practicaban sexo al menos una vez a la semana tenían un riesgo mucho mayor de padecer un episodio cardiovascular que aquellos que se mantenían sexualmente inactivos. Un efecto negativo, sin embargo, que no se observó en el caso de las participantes femeninas.

Nuestros resultados ponen en duda la asunción de que el sexo conlleva beneficios para la salud de todas las personas

Hui Liu

Como indica Hui Liu, « sorprendentemente, nuestros hallazgos muestran que el tener sexo una o más veces a la semana supone un riesgo casi dos veces superior de sufrir un episodio cardiovascular que mantenerse sexualmente inactivo . Además, los varones que encuentran el sexo con su pareja extremadamente placentero o satisfactorio tienen mayor riesgo de padecer un episodio cardiovascular que aquellos que lo sienten así».

Y este efecto del sexo sobre la salud cardiovascular, tan nocivo como sorprendente, ¿a qué obedece? Pues simple y llanamente, a la edad. En palabras de la directora del estudio, «dado que los varones mayores presentan más problemas sexuales y más dificultades para alcanzar el orgasmo, ya sea por razones médicas o emocionales, que sus homónimos más jóvenes, deben someterse a un mayor grado de agotamiento y forzar en mayor medida su sistema cardiovascular para alcanzar el clímax».

Y a todo ello se aúna el papel que juegan los niveles de testosterona y la medicación para mejorar el rendimiento sexual. «Parece –continúa Hui Liu– que los medicamentos o suplementos sexuales tienen efectos negativos sobre la salud cardiovascular de los hombres longevos».

Mujeres protegidas

En definitiva, la práctica de sexo mejora la salud general en los varones, pero solo cuando se lleva a cabo en unas cantidades moderadas. Y es que el sexo frecuente o ‘demasiado satisfactorio’ se asocia a un mayor riesgo de problemas cardiovasculares.

Y llegados a este punto, ¿qué sucede con las mujeres? Pues ni más ni menos que el efecto contrario: las participantes que disfrutaron de un sexo ‘extremadamente’ placentero o satisfactorio tienen un riesgo menor de hipertensión arterial al cabo de los cinco años.

Como concluye Hui Liu, « en el caso de las mujeres tenemos buenas noticias. Y es que un sexo de buena calidad parece prevenir los riesgos cardiovasculares en edades más avanzadas . Además, la hormona sexual femenina que se produce durante el orgasmo parece promover también la salud en las mujeres».

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