La mala nutrición hace que millones de europeos tengan un mayor riesgo de trastornos digestivos
Más de la mitad (52% ) de la población de la Unión Europea de 18 años y más tiene sobrepeso u obesidad y se estima que uno de cada tres niños en edad escolar en Europa tiene sobrepeso
Las malas elecciones alimenticias, que incluyen una alta ingesta de alimentos ultra procesados y grasas trans, ponen a millones de europeos en un mayor riesgo de padecer una variedad de enfermedades digestivas crónicas, como tumores digestivos y trastornos relacionados con el trigo y trastornos del funcionamiento gastrointestinal, así como obesidad, según muestra el informe ' Nutrición y enfermedades crónicas del digestivo ', que ha hecho público la United European Gastroenterology (UEG) y que han respaldado por 11 asociaciones médicas, organizaciones de pacientes y ONG. El documento recoge la opinión de expertos líderes en los campos de nutrición, cánceres digestivos, enfermedades hepáticas, trastornos funcionales gastrointestinales y pediatría.
El informe describe cómo los alimentos ultraprocesados, que suelen ser altos en grasa, azúcar y sal agregados, ahora contribuyen con frecuencia a la mitad de la ingesta energética europea moderna y, en algunos países, más del 75 por ciento de la ingesta energética media.
El consumo de alimentos ultraprocesados -refrescos, dulces, patatas fritas y comidas preparadas congeladas- se ha incrementado dramáticamente en las últimas décadas. Los estudios han demostrado que el consumo de alimentos ultraprocesados está vinculado con un mayor riesgo de cáncer y sugiere que la ingesta cada vez mayor de estos tipos de alimentos puede estar impulsando la creciente carga del cáncer.
Alimentos ultraprocesados, que suelen ser altos en grasa, azúcar y sal agregados, ahora contribuyen con frecuencia a la mitad de la ingesta energética europea moderna
Así, por ejemplo, un aumento del 10% en la proporción de alimentos ultraprocesados en la dieta, está relacionado con un incremento del riesgo de cualquier tipo de cáncer del 12%. Además del aumento del riesgo de enfermedades crónicas, el alto consumo de estos alimentos también eleva la prevalencia de la obesidad. De manera alarmante, más de la mitad (52% ) de la población de la Unión Europea de 18 años y más tiene sobrepeso u obesidad y se estima que uno de cada tres niños en edad escolar en Europa tiene sobrepeso.
«Las dietas y los estilos de vida saludables y equilibrados pueden ayudar a prevenir las enfermedades digestivas crónicas, pero la dificultad a la que nos enfrentamos es garantizar que nuestros ciudadanos tomen las decisiones correctas al seguir estos estilos de vida», explica el profesor Markus Peck, del Klinikum Klagenfurt am Wörthersee (Austria).
El informe hace una serie de recomendaciones para reducir el riesgo y el impacto de las enfermedades digestivas crónicas, que incluyen tomar menos del 10 por ciento (<50 gramos), pero, a poder ser, el 5 por ciento, de la ingesta total de energía diaria de azúcar. Una ingesta de menos del 10 por ciento de grasas saturadas y de menos del 1 por ciento del consumo diario total de energía de las grasas trans, así como menos de 5 gramos de sal por día.
Además del aumento del riesgo de enfermedades crónicas, el alto consumo de estos alimentos también eleva la prevalencia de la obesidad
Si queremos combatir la creciente prevalencia de personas con sobrepeso, obesas e insalubres en Europa, y la carga de salud y la pérdida de vidas que esto conlleva, debemos actuar ahora
«Necesitamos que la Comisión Europea y los gobiernos nacionales actúen ahora sobre iniciativas para cambiar la forma en que compramos y consumimos alimentos -afirma Peck-. Nuestro objetivo debería ser lograr una transformación a nivel europeo hacia dietas saludables para 2050. Esto requeriría que el consumo de frutas, verduras, nueces y legumbres se duplique, y la ingesta de alimentos como la carne roja y el azúcar se reduzca en más de 50 por ciento en los próximos 30 años».
«Si queremos combatir la creciente prevalencia de personas con sobrepeso, obesas e insalubres en Europa, y la carga de salud y la pérdida de vidas que esto conlleva, debemos actuar ahora», concluye.
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