La gravedad del Covid-19 es mayor en las personas con cánceres de sangre
Un estudio en «Blood» muestra que los pacientes con linfoma tienen más probabilidades de desarrollar una infección por Covid-19 después de la vacunación en comparación con los pacientes con otros tumores hematológicos
Las personas con cánceres de la sangre tienen un mayor riesgo de infectarse de Covid-19 grave y potencialmente más mortal que las personas sanas. Publicada en la revista « Blood» , la investigación sugiere que las vacunas no siempre logran conferir una protección óptima a las personas vacunadas .
El estudio es el primero en ofrecer información sobre los casos de Covid-19 producidos en personas con cáncer hematológicos que había sido a vacunadas y ofrece hallazgos preliminares sobre la incidencia de infección irruptiva en esta población vulnerable.
Los datos de este trabajo proceden del registro, EPICOVIDEHA , en el que han intervenido hospitales españoles, que recopila informes de pacientes con cánceres de sangre que desarrollaron la infección por Covid-19. A fecha de 31 de agosto de 2021, de los 4.000 casos totales en el registro, había 113 casos notificados de Covid-19 después de la vacunación, y más de tres de cada cuatro de estos casos de avance ocurrieron en personas vacunadas que habían recibido una dosis de vacunas de una dosis como AstraZeneca y dos dosis de vacunas de ARNm de dos dosis como Moderna o Pfizer.
Alrededor del 23% había sido parcialmente vacunado, recibiendo solo una dosis de una vacuna de ARNm, cuando se infectaron con Covid-19.
La investigación muestra que tras un seguimiento de 30 días después del diagnóstico de Covid-19, 14 (12,4%) pacientes fallecieron y el Covid-19 se consideró la causa de muerte para todos estos individuos, menos uno.
El estudio es el primero en ofrecer información sobre los casos de Covid-19 producidos en personas con cáncer hematológicos que había sido a vacunadas
Los investigadores del estudio enfatizan que, aunque la tasa de mortalidad en pacientes con casos de Covid-19 es alta, es mucho más baja que antes de que las vacunas estuvieran disponibles.
Estudios anteriores que utilizaron los datos del registro informaron que, durante el período previo a la vacunación de la pandemia, las personas con cánceres de sangre y Covid-19 tenían tasas de mortalidad que oscilaban entre el 30% y el 50% (según el tipo de cáncer de sangre subyacente).
«Antes de la vacunación, muchos de los pacientes con neoplasias hematológicas con Covid fallecían», comenta el autor del estudio Livio Pagano, de la Università Cattolica del Sacro Cuore (Italia) .
«Con estos datos preliminares, demostramos que la vacunación no es capaz de proteger por completo, pero seguramente tiene un papel importante en la reducción de la mortalidad por Covid-19 en personas con cánceres de la sangre», añade.
El estudio también ha visto que el nivel de respuesta a la vacuna Covid-19 se asoció con el tipo de cáncer de sangre.
Los pacientes con linfomas tienen más probabilidades de tener el sistema inmunológico debilitado y desarrollar infecciones, como la del Covid-19
Así, por ejemplo, las personas con trastornos mieloproliferativos (trastornos de los glóbulos rojos y las plaquetas) fueron las menos propensas a desarrollar Covid-19 después de la vacunación, mientras que aquellas con trastornos linfoproliferativos (trastornos de los linfocitos, los glóbulos blancos del sistema inmunológico) fueron los más propensos.
De los 113 casos de COVID-19, el 80% se produjo en personas con afecciones linfoproliferativas como leucemia linfocítica crónica, linfoma no Hodgkin, linfoma de Hodgkin y mieloma múltiple.
«Desafortunadamente, los pacientes con linfomas tienen más probabilidades de tener el sistema inmunológico debilitado y desarrollar infecciones, como la del Covid-19», apunta Pagano. «En estudios futuros, analizaremos la eficacia de dosis de refuerzo para comprender si pueden reducir la infección en nuestros pacientes, especialmente aquellos con trastornos linfoproliferativos ».
Aproximadamente el 70% de los pacientes de este estudio recibió una vacuna de ARNm -Moderna o Pfizer- y los restantes la vacuna basada en el vector AstraZeneca o la vacuna inactivada Sinovac. No hubo diferencias significativas en la prevención de Covid-19 entre estos dos grupos.
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