Estas son las bacterias que habitan en nuestra lengua
Las imágenes revelan que las biopelículas microbianas de la superficie de la lengua tienen una organización espacial compleja y altamente estructurada
Una técnica de imagen fluorescente ha permitido realizar mapas de alta resolución de las comunidades microbianas en la lengua humana, según publican los investigadores en la revista « Cell Reports ». Las imágenes revelan que las biopelículas microbianas de la superficie de la lengua tienen una organización espacial compleja y altamente estructurada.
«A partir del análisis detallado de la estructura, podemos hacer inferencias sobre los principios del crecimiento y la organización de la comunidad -explica el autor principal Gary Borisy, de la Universidad de Harvard (EE,UU.)-. Las bacterias de la lengua son mucho más que un montón aleatorio. Son más como un órgano de nuestros cuerpos».
El microbioma oral humano es un ecosistema complejo. La organización espacial de las comunidades microbianas de la boca se ve afectada por una variedad de factores, que incluyen la temperatura, la humedad, el flujo salival, el pH, el oxígeno y la frecuencia de alteraciones como la abrasión o la higiene bucal.
Además, los microbios influyen en sus vecinos al actuar como fuentes y sumideros de metabolitos, nutrientes y moléculas inhibidoras como el peróxido de hidrógeno y los péptidos antimicrobianos . Al ocupar espacio, los microbios pueden excluirse físicamente entre sí de los hábitats deseables, pero sus superficies también presentan puntos de unión a los que pueden adherirse otros microbios.
Sacar la lengua es una de las primeras cosas que dice un médico
Sin embargo, los patrones espaciales han recibido relativamente poca atención en el campo de la ecología microbiana. «Creemos que aprender quién está al lado de quién nos ayudará a entender cómo funcionan estas comunidades», señala la coautora Jessica Mark Welch.
«La lengua es particularmente importante porque alberga una gran reserva de microbios y es un punto de referencia tradicional en la medicina. Sacar la lengua es una de las primeras cosas que dice un médico», recuerda.
En el nuevo estudio, los investigadores utilizaron una técnica llamada Etiquetado combinatorio e imagen espectral: hibridación fluorescente in situ (CLASI-FISH), que se desarrolló recientemente en el laboratorio Borisy. Esta estrategia implica etiquetar un tipo dado de microorganismo con múltiples fluoróforos, ampliando en gran medida el número de diferentes tipos de microbios que pueden identificarse y localizarse simultáneamente en un solo campo de visión.
«Nuestro estudio es novedoso porque nadie antes ha podido observar la biopelícula en la lengua de una manera que distinga todas las diferentes bacterias, para que podamos ver cómo se organizan», añade Borisy.