ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES

Elevar los niveles de ‘colesterol bueno’ es insuficiente para reducir el riesgo cardiovascular

El objetivo debe seguir siendo la reducción de las cifras de ‘colesterol malo’ ya sea adoptando unos hábitos de vida saludables o tomando estatinas

Elevar el 'colesterol bueno' no es tan eficaz como reducir el 'colesterol malo' ARCHIVO

M. LÓPEZ

Las lipoproteínas de alta densidad –o ‘LDL’– son un grupo de proteínas capaces de retirar el colesterol de las paredes de los vasos sanguíneos, previniendo así el desarrollo de las placas de ateroma que dan lugar a la aterosclerosis. De ahí que el c-LDL, es decir, la molécula resultante de la unión entre las LDL y el colesterol, se conozca como ‘colesterol bueno’. Entonces, ¿lograr unos niveles elevados de c-HDL es suficiente para disminuir el riesgo cardiovascular de una persona? Pues según un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Ciencias Clínicas Evaluativas de Toronto (Canadá), no, pues parece que el aumento de los niveles de c-HDL no tiene ningún efecto positivo sobre la salud cardiovascular . En consecuencia, el objetivo debe seguir siendo la reducción del denominado ‘colesterol malo’ –esto es, el c-LDL.

Como explica Dennis T. Ko, director de esta investigación publicada en la revista « Journal of the American College of Cardiology », «la asociación entre el ‘colesterol bueno’ y la enfermedad cardiovascular es compleja, pero parece que hay una conexión entre las personas con buenos niveles de este tipo de colesterol y otros factores de riesgo bien conocidos para las enfermedades del corazón como la falta de ejercicio y una dieta inadecuada».

‘Buenos’ y ‘malos’

Las lipoproteínas de baja densidad –o ‘LDL’– son las encargadas de unirse al colesterol para transportarlo a través de la sangre. El problema es que cuando alcanza unos niveles excesivos, el c-LDL resultante de la unión de las LDL y del colesterol suele depositarse en las paredes de los vasos sanguíneos y formar las placas de ateroma que dan lugar a la aterosclerosis . De ahí que el c-LDL se conozca como ‘colesterol malo’ y deba ser reducido, pues las placas de ateroma, además de dificultar un flujo adecuado de la sangre, pueden romperse y provocar un trombo, lo que a su vez puede dar lugar a episodios cardiovasculares como un infarto de miocardio o un ictus.

La principal medida para reducir los niveles de c-LDL es, además de la adopción de unos hábitos de vida saludables como comer adecuadamente y practicar ejercicio, la toma de unos fármacos denominados ‘estatinas’. Sin embargo, el tratamiento farmacológico no funciona en todos los casos, por lo que se requieren otras alternativas. Por ejemplo, ¿elevar el c-HDL o ‘colesterol bueno’ podría valer para contrarrestar el efecto negativo del ‘colesterol malo’? Pues para averiguarlo, los autores han realizado el primer estudio en el que se ha evaluado la relación entre el c-HDL y la mortalidad en individuos que compartían el mismo entorno y el mismo sistema sanitario

No parece probable que la elevación de los niveles de c-HDL pueda por sí misma reducir el riesgo de mortalidad cardiovascular

Dennis Ko

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron los historiales médicos de 631.000 adultos sin enfermedad cardiovascular que, con edades comprendidas entre los 40 y los 105 años, residían en la provincia canadiense de Ontario.

Los resultados mostraron que los participantes con las cifras más bajas de c-HDL eran aquellos con un menor nivel socioeconómico, un peor estilo de vida y un mayor número de comorbilidades. Es decir, aquellas personas con un mayor número de factores de riesgo cardiovascular, situación que podría explicarse por la mala alimentación y la falta de ejercicio físico.

Sea como fuere, y con independencia de otros factores, tener unos niveles bajos de c-HDL se asoció con un mayor riesgo de mortalidad por causas tanto cardiovasculares como no cardiovasculares –caso del cáncer–. Sin embargo, las personas con niveles elevados de este ‘colesterol bueno’ también mostraron una mayor probabilidad de fallecer por una causa no cardiovascular .

Mejor centrarse en el c-LDL

Por todo ello, como indican los autores, «nuestros resultados cuestionan que los niveles de c-HDL puedan ser utilizados como un factor de riesgo independiente de enfermedad cardiovascular. Y asimismo, que no parece probable que la elevación de los niveles de c-HDL sea una intervención que por sí misma pueda reducir el riesgo de mortalidad por una enfermedad cardiovascular ».

Como concluye Dennis Ko, «centrarnos en elevar los niveles de c-HDL no va a ayudar a estas personas, y lo que muestra nuestro trabajo es que una de las mejores intervenciones para prevenir la enfermedad cardiovascular sigue siendo la adopción de unos hábitos de vida saludables».

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