Coronavirus: muchos más datos para estar tranquilos que asustados
Su baja mortalidad o el hecho de la mayoría de los casos se curen de forma espontáneamente son hechos que sugieren que la infección por el COVID-19 tendrá un comportamiento similar a otras infecciones respiratorias, como la gripe
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Lo desconocido siempre causa miedo y desconfianza. La llegada del COVID-19, no es una excepción y el mundo entero parece estarse preparando para una especie de ‘apocalipsis’. Sin embargo, los expertos en salud no se cansan de repetir que se trata de un virus similar al de la gripe, de hecho menos mortal. Pero ¿debemos estar asustados ante la llegada de este nuevo virus a nuestro país? Patricia Muñoz. Jefa del Servicio de Microbiología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid cree que no hay ningún motivo real para este pánico y, es más, hay «muchos más datos para estar tranquilos que asustados».
Virus nuevos
«Es verdad que estamos ante un virus nuevo, y eso genera desconfianza, pero ya nos habíamos enfrentados a virus similares», señala la microbióloga. Se refiere al SARS o al MERS , dos virus que surgieron respectivamente en 2002 y 2012, en China y Arabia Saudí, que fueron controlados rápidamente. «Lo más probable es que ocurra lo mismo con el COVID-19, aunque habrá que esperar a ver lo qué sucede, y que, al igual que con otros virus, haya llegado para quedarse».
«Tenemos experiencia con otros coronavirus que en anteriores ocasiones hemos conseguido controlar la diseminación y evitar la pandemia», apunta por su parte Juan González del Castillo, del Hospital Clínico San Carlos .
El miedo que se está observando en algunas personas, añade González del Castillo, se debe, probablemente, «a que desde la población se está observando cómo se aísla a grandes grupos poblacionales a pesar de que se dice que la mortalidad es baja lo que puede trasladar un mensaje poco congruente. Sin embargo, estos aislamiento se están produciendo para evitar la pandemia y no por la letalidad».
Mortalidad baja
«El COVID-19 tiene una mortalidad inferior al virus de la gripe». Según la organización Mundial de la Salud, las epidemias anuales de la gripe estacional causan de 290.000 a 650.000 muertes. A día de hoy, se calcula que la tasa de mortalidad del COVID-19 oscila entre el 2-4% en la provincia de Wuhan y del 0,7% fuera de esta zona. Además, apunta la experta, « no hay que olvidar que la mayoría de los casos se curan de forma espontánea, sin necesidad de tratamientos ».
En principio, señala González del Castillo, «la mortalidad es baja y afecta, como el virus estacional de la gripe a población anciana y con comorbilidad. Desde el punto de vista del riesgo de muerte es un virus con poca capacidad de producirla». Como ya se ha dicho, añade Patricia Muñoz, «las personas que han fallecido, la mayoría de edad avanzada y con enfermedades crónicas, hay muerto ‘con’ el coronavirus, no ‘por’ el coronavirus».
Niños 'a salvo'
Los niños son, en muchas ocasiones, los primeros afectados cuando hay epidemias pero, reconoce la microbióloga, «en esta ocasión apenas ha habido casos, menos del 1% de los reprotados».
Las personas que han fallecido, la mayoría de edad avanzada y con enfermedades crónicas, hay muerto ‘con’ el coronavirus, no ‘por’ el coronavirus
Lecciones de una crisis
Las autoridades sanitarias están recomendando seguir una serie de medidas de higiene básicas para prevenir el contagio -lavarse las manos, taparse cal estornudar o guardar una distancia de seguridad…-, «medidas, señala esta experta, que se hace cada año con la epidemia de gripe», una enfermedad, continúa, «para la que sí hay una vacuna, no como para el COVID-19, pero que desgraciadamente muchas personas que se debería vacunar no lo hacen. Debemos aprovechar esta ‘crisis’ para incidir en comportamientos saludables ».
Enfermedades más importantes
Si se compara este virus con otras enfermedades más graves se puede hacer uno una idea más realista de lo que supone, de momento, esta epidemia. «V irus como el ébola, enfermedades como la tuberculosis o las de transmisión sexual están repuntando en España y son mucho más graves », señala.