Advierten del exceso de muerte que supone pausar la vacunación con AstraZeneca
Un estudio predice que suspender las vacunación con esta vacuna durante tres días, sin reemplazarlas por otra opción, causa a 260 nuevas muertes adicionales en Francia y 130 en Italia

Los beneficios de la aplicación de la vacuna de Oxford/AstraZeneca superan en gran medida los riesgos asociados. Lo afirma un equipo liderado por el Laboratorio Matemático de Londres (Reino Unido) en un estudio publicado en la revista Chaos que además muestra que los beneficios relativos son más amplios en situaciones en las que el número de reproducción es mayor y aumenta con la prohibición temporal de la vacuna.
En abril de 2021, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) confirmó que la vacuna de Oxford/AstraZeneca contra el Covid-19, podría tener un vínculo con casos muy infrecuentes de trombosis.
Ello hizo que algunos países de la Unión Europea, como España, decidieron paralizar la administración de este fármaco, a pesar de que la EMA insistió en que el beneficio de la vacunación es mucho mayor que el posible daño que pueda causar este efecto secundario muy raro.
Ahora este grupo ha explorado qué consecuencias tendría esta decisión en la salud de la población y en la situación de la pandemia. Para ello, han empleado un modelo epidemiológico llamado SEIR con el que han estimado el exceso de mortalidad por Covid-19 y posibles secuelas en dos escenarios: Francia e Italia.
La principal conclusión del modelo es que el exceso de mortalidad por la interrupción de esta vacuna supera ampliamente a los fallecimientos provocados por trombosis, incluso en los peores escenarios de frecuencia y gravedad de los efectos secundarios del fármaco.
El exceso de mortalidad por la interrupción de esta vacuna supera ampliamente a los fallecimientos provocados por trombosis, incluso en los peores escenarios de frecuencia y gravedad de los efectos secundarios del fármaco
«Nuestro trabajo muestra que suspender las vacunación con AstraZeneca durante tres días, sin reemplazarlas por otra opción, lleva a 260 muertes adicionales en Francia y 130 en Italia», indica Davide Faranda, autor principal del trabajo. La diferencia se debe a que, a 15 de marzo de 2021, ambos países tienen situaciones epidemiológicas y un número de reproducción o R0 distintos.
Davide Faranda explicó a SINC que el modelo SEIR asume que la población puede ser dividida en cuatro grupos: los que pueden contraer el virus (susceptibles), los contagiados asintomáticos (expuestos), los contagiados con síntomas (infectados) y los recuperados. «»En este último compartimento no solo contamos a los que han superado la enfermedad, también a los fallecidos y a los vacunados», precisa.
A través de los movimientos del modelo se puede estimar el exceso de mortalidad por Covid-19 y por estos efectos secundarios relacionados con la vacuna
Así, el modelo ‘mueve’ a la población de un compartimento a otro según la situación epidemiológica, la propagación, el tiempo que se tarda en mostrar síntomas y en curarse del virus.
A través de estos movimientos, escriben los autores, se puede estimar el exceso de mortalidad por Covid-19 y por estos efectos secundarios relacionados con la vacuna.
Debido a la gran cantidad de incertidumbres de estas trombosis con trombocitopenia, de las que aún no se conoce qué grupos son más vulnerables o su incidencia real en la población vacunada, los investigadores calcularon el peor escenario posible y asumieron que estos efectos secundarios iban a tener una mayor mortalidad asociada que la reportada actualmente.
El modelo interpreta que, si se reanuda la vacunación al mismo ritmo que antes de la interrupción, seguirá habiendo un exceso de mortalidad: Este es un resultado claro de los efectos no lineales de la dinámica epidemiológica, escriben: aquellos que no han sido vacunados pueden contagiar a otros individuos antes de que se reanude la vacunación.
Es decir, señalan los investigadores: «unos pocos individuos no vacunados pueden producir un gran número de individuos infectados. El proceso solo puede detenerse si se realiza una gran cantidad de vacunaciones diarias».
Es más, aunque se reanudara la campaña con el doble de dosis inyectadas durante el mismo número de días de la pausa, el exceso de mortalidad continuaría en los próximos días, aunque con cifras algo más reducidas que en la reanudación estándar.
El informe demuestra que los efectos de la interrupción son difíciles de contrarrestar y seguirían en el tiempo. A todo esto se añade que la confianza ciudadana en las vacunas descenderá, algo que afecta directamente a la salud pública pero que este estudio no recoge.
En este sentido, reconocen que la «estimaciones sean conservadoras y posiblemente subestimen el exceso de muertes derivadas de la incredulidad en las políticas de vacunación observadas en los países europeos más grandes. El análisis que aquí se presenta se ha realizado con un modelo minucioso pero bien planteado y probado, y esperamos que los resultados que sean el punto de partida para investigaciones más detalladas, más avanzadas y maduras con modelos sofisticados y ejercicios de recopilación de datos».
Faranda reconoce a SINC que esta interpretación matemática, tiene varias limitaciones fuertes: el modelo asume que solo existe una vacuna con las características de Oxford/AstraZeneca y olvida el resto de opciones aprobadas en Europa y no incluye a la edad como un factor de riesgo, algo que la EMA está evaluando en el caso de los efectos secundarios relacionados con esta vacuna.
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