Viajar a Turquía y recuperar el pelo que tenía a los 17 (III): tres meses después del trasplante capilar, ya pasó lo peor
La operación ya está olvidada y el sufrimiento de los primeros días también... aunque algo de pelo se quedó en el camino
Han pasado tres meses desde que me sometí a un trasplante capilar en Turquía... y he perdido casi todo el pelo que me pusieron . Es normal y ya me lo advirtieron (y varias veces), pero eso no evitó que me diera un infarto cuando vi el primer pelo en la almohada. Si no me entiendes, ponte en mi situación por un momento. Viajas a Estambul, estás cinco horas y media en un quirófano viendo cómo mueven de sitio cada pelo de tu cabeza y nada más volver a España se te empieza a caer el pelo de nuevo. Da igual que te dijeran 40 veces que ocurriría , se llama «shock loss» y es un proceso normal por el que pasan casi todos, pero cuando sucede es como cuando te despiertas por la mañana y crees que te has dormido... pero luego te das cuenta de que es sábado y el corazón vuelve a su sitio.
Muchos no os acordaréis de lo que estoy hablando, así que os hago un pequeño resumen. (Si te acuerdas, pasa al párrafo siguiente). Como me estaba quedando cada vez más calvo, decidí viajar a Turquía y hacerme un trasplante capilar . ¿Que por qué Turquía? Por muchas cosas, mejor pasa y léelo. El caso es que la operación salió bien y como ya ha pasado un tiempo vengo a contaros qué tal va el experimento.
Como os digo, hace ya tres meses desde que estuve en la clínica del Dr. Serkan Aygin y, por el momento, el resultado es bastante satisfactorio (habéis visto en el vídeo la evolución y que después de que se te caiga el pelo que te ponen te vuelve a salir), pero tampoco ha sido todo un camino de rosas . Y no solo por el trauma de ver que algunos pelos se quedaban atrás. Sí, sé que soy pesado y que no me entendéis, porque hace falta vivirlo, pero de verdad que ver uno de los folículos caído en combate es como que tu equipo pierda la final de la Champions.
Nada más aterrizar en Madrid recibí un calendario del futuro que tenía por delante . Cuándo lavarte la cabeza, cuándo puedes beber alcohol... incluso cuándo puedes volver a tener relaciones sexuales. No te pongas nervioso, que solo es una semana de abstinencia... hemos pasado épocas peores y lo sabes.
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Lo peor de los primeros días era conciliar el sueño. Como os conté en el artículo anterior, en Turquía me dieron un cojín hinchable como el de los aviones con el que debía dormir durante una semana . Y aquello fue un infierno. Nunca había sido consciente de todo lo que me movía por la noche y de todas las veces que era capaz de despertarme de madrugada. En condiciones normales, abres los ojos, te das media vuelta y te vuelves a dormir... pero no, amigo, no... eso no lo harás durante siete días. Te despertarás, querrás moverte, pero no podrás porque una cosa odiosa te lo impide. Piensa que es solo una semana y que es por el bien del pelo.
Una vez superado ese punto, lo más engorroso fueron las duchas . En Estambul me dieron unas lecciones de cómo debía lavarme la cabeza para cuidar los folículos y, como buen alumno, las seguí a rajatabla (o por lo menos lo intenté). Primero tenía que aplicar un spray en la cabeza, tanto en la zona donante como en la receptora. Después, esperar una hora y entonces ya me podía meter en la ducha. «Pues no parece tan rollo», estaréis pensando… y no lo sería si no fuera porque no puedes usar la alcachofa, porque el agua tiene mucha presión .
Así que te las ves y te las deseas para hacer espuma con el champú y ponértelo en la cabeza, temblando cada vez que te tocas, no vaya a ser que te lleves algunos folículos por delante. Y luego, como la alcachofa está prohibida, te buscas la vida para quitarte el jabón echándote vasos de agua o usando una pequeña jarra. Y así cada día durante un mes . Como os digo, es un poco engorroso, pero no es complicado. Si lo hice yo…
Vuelta a la rutina
Al regresar de Turquía me tomé un par de semanas de descanso para cuidar bien de esos folículos, pero si no tú te lo puedes permitir, no te preocupes porque no es estrictamente necesario. Viene bien, porque cuanto menos esfuerzo hagas mejor, pero puedes llevar una vida más o menos normal . De hecho los grandes «problemas» son que no te puedes ni siquiera agachar los primeros días (si se te suelen caer las cosas acabarás haciendo más sentadillas que en la mili) y que te hartarás de escuchar la frase «das un poco de grima». Y no les faltará razón, porque tendrás la cabeza llena de costras hasta la segunda o tercera semana y agradables de ver tampoco es que sean. De lejos parece pelo, pero cuando lo ves de cerca…
Entre anécdota y anécdota pasarás el primer mes (la mayoría se enterarán al verte de lo que te has hecho) y siempre te mantendrás en contacto vía WhatsApp con el asesor de la clínica que sigue tu caso. Yo no tuve casi inconvenientes y cuando tenía alguna duda sobre algo no tardaban más de 30 o 40 minutos en contestarme . Mi gran «problema» fue que tengo una piel muy sensible y los primeros días se hicieron un poco molestos. Eso y que la rojez que se queda tras la operación tardó más de lo habitual en irse, pero son cosas que dependen de cada caso. Y en todos los casos me aconsejaron bien y se resolvió el problema. Te transmiten tranquilidad y eso es algo que se agradece , porque cuando viajas tan lejos para un proceso como este al principio tienes dudas.
También me guiaron a la hora de empezar a tomar las medicinas, mis nuevas amigas durante un año . Cada mañana me siento jubilado y me meto en el cuerpo cuatro pastillas con el desayuno: tres vitaminas y una medicina como el Finasteride, que no tiene demasiada buena fama pero que la clínica no obliga a tomarla. Sí la recomienda, porque refuerza esos folículos nuevos, pero es importante que os informéis antes de los efectos secundarios , especialmente si tenéis pareja. Yo estoy probando a ver qué tal y de momento no estoy sufriendo ninguno, aunque, si así fuera, basta con dejar de tomar la pastilla para que todo vuelva a la normalidad.
Ya os diré en el próximo artículo si llegan o no esos efectos secundarios. Y también os hablaré de la consulta que tengo dentro de unos días con el Dr. Serkan Aygin , que viene a dar una conferencia a Valencia y aprovecha para ver a algunos pacientes, así que me acercaré a ver qué tal.
Os seguiré contando… ( lee el siguiente capítulo )
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