Alimentos en mal estado: Cuándo es mejor tirar que comer
Evitar el desperdicio alimentario está muy bien pero, a veces, es mejor desechar el producto por el bien de nuestra salud
1
Alimentos con moho
Si en un alimento de su despensa empieza a crecer un pelillo blanco o alguna parte toma un aspecto verdoso , mejor tírelo. Son mohos . «Los hay de diferentes especies, cada uno con sus particularidades. Unos producen compuestos tóxicos, como las micotoxinas, y otros no», explica a ABC Salud Miguel Ángel Lurueña, doctor en ciencia y tecnología de los alimentos y autor del blog «Gominolas de petróleo». Como a simple vista no somos capaces de distinguir los buenos de los malos, como norma general, en alimentos blandos, tipo fresas o tomates, se recomienda desechar la pieza entera. No basta con cortar el trozo pocho . «Los mohos son organismo que, como las plantas, pueden echar raíces y llegar más dentro de los que parece», explica el experto. El riesgo de consumir micotoxinas no es inmediato ni a corto plazo. «El más grave es que algunas, si las consumimos con frecuencia, aumentan el riesgo de cáncer de hígado a largo plazo. Pero no todos los mohos producen micotoxinas y no todas son cancerígenas», aclara.
Aunque la mayor parte de los alimentos a los que les ha salido moho se deben tirar a la basura, hay tres tipos que, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), podemos salvar, si retiramos la parte afectada : el jamón y los embutidos curados, los quesos duros, tipo manchego, emmental o gouda (con un margen de seguridad de dos centímetros más alrededor y por debajo de la zona mohosa); y los vegetales de carne firme, como zanahoria, pimiento y repollo, en los que se debe retirar la zona afectada y el mismo margen de 2 centímetros alrededor. Para controlar los mohos, hay que evitar almacenar los alimentos en ambientes cálidos y húmedos como bolsas de plástico.Cuando lo que aparece es una mancha marrón en la fruta, pero es por un golpe y se come de inmediato, no hay problema. Si se debe al deterioro de la pieza por el paso del tiempo o una mala conservación, mejor desechar. «Esas zonas son más susceptibles de ser atacadas por mohos y bacterias», advierte Lurueña.
2
Si se te olvida meter la comida en la nevera
Cocina por la noche para el día siguiente, pero llega la hora de acostarse y se le olvida meterlo en la nevera hasta que se despierta por la mañana. « Lo prudente es no comérselo », aconseja Miguel Ángel Lurueña. Para saber si realmente está en buen o mal estado habría que hacer análisis y eso en el ámbito doméstico no es posible. Pensar que no pasa nada porque una vez recalentado se matarán las bacterias tampoco es prudente. «A veces no basta. Hay bacterias resistentes al calentamiento y otras que producen toxinas resistentes al calor», desvela el experto. La norma general es, una vez cocinado, esperar a que se temple (que no queme al tacto) y meterlo al frigorífico. Si queremos acelerar el enfriado porque nos tenemos que ir a dormir, un buen truco es colocar placas de frío debajo de la cazuela.
3
Caducidad o consumo preferente
En la etiqueta de los alimentos envasados podemos encontrar la fecha de consumo preferente o de caducidad. El consumo preferente indica el momento hasta el cual el producto conserva la calidad prevista (sabor y textura). A partir de esa fecha, pueden deteriorarse sus propiedades organolépticas, pero sigue siendo seguro para el consumidor, siempre que se respeten las instrucciones de conservación y su envase no esté dañado, informa la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). La caducidad, sin embargo, indica el momento hasta el cual el alimento puede consumirse sin riesgo para la salud. Si se ha pasado, tírelo.
4
Cuánto dura en el frigorífico
Los alimentos envasados, una vez abiertos, pueden conservarse en la nevera, pero todo tiene un límite. Lo primero, aconseja Miguel Ángel Lurueña, es asegurarse de que la temperatura del frigorífico está como mucho a 4ºC todo el año , no solo en verano. Y luego, seguir las indicaciones de los fabricantes del producto. En el caso de la leche UHT, si no hay indicación expresa, no debería dejarse más de cuatro días abierta. En otros casos, como las sobras de comida cocinada, como mucho 3 días ; y en platos con huevo crudo o el marisco, no más de un día. La OCU señala que el pescado crudo, la carne picada, el pollo o el pavo no aguanta más de 1-2 días en la nevera, mientras que los filetes de ternera o cerdo y las sopas pueden estar 2-4 días refrigerados.
5
¿Hasta que huela?
Guiarse por el olor o el sabor de un alimento para determinar si todavía está en buenas condiciones puede jugarnos una mala pasada. « Si huele mal es señal de que algo malo ha pasado, pero que huela bien no es garantía », advierte Miguel Ángel Lurueña, doctor en tecnología de los alimentos. Y es que hay bacterias que no estropean el sabor o el olor de la comida, pero son capaces de enfermarnos, como, por ejemplo, la salmonella. Tampoco acerque la nariz a un alimento con moho: «La inhalación de hongos puede causar daños respiratorios», advierten desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
6
Latas de conserva
Tienen una caducidad bastante larga, pero hay señales que nos indican que es mejor desecharlas, aunque no estén pasadas de fecha. Debe fijarse en que no esté deteriorado el envase, que no presente óxido o golpes hacia dentro . «Si la lata está abombada puede ser señal de que ha crecido una bacteria dentro: Clostridium botulinum, que provoca botulismo», explica Miguel Ángel Lurueña. En los tarros de cristal, tenemos que fijarnos en que al abrirlo oponga resistencia o suene el clásico «pop».