No vamos a descubrir ahora a Serena Williams, pero sí debemos resaltar su gran momento de forma. Lleva un 2013 prácticamente perfecto, si no fuera por el lunar del Open de Australia, un torneo que cayó sorprendentemente ante su compatriota Sloane Stephens cuando llevaba una magnífica trayectoria (tan sólo había dejado escapar ocho juegos en cuatro partidos)
La norteamericana ha vuelto a reinar en el circuito femenino. El pasado 19 de febrero volvió a convertirse en número 1, y se ve que el ranking está acorde a sus resultados, porque de momentos lleva cuatro títulos seguidos desde que recuperó esa condición. Sólo cayó en su ‘debut’ como líder del circuito, cuando perdió en octavos de Dubai ante Bartoli. Desde entonces, Miami, Charleston, Madrid y Roma han ido a parar a su laureada carrera. A esto habría que añadir el torneo de Brisbane, el primero del año, y que fue un paseo para ella, donde sólo le hicieron 17 juegos en los cuatro partidos que jugó (hay que recordar que no jugó semifinales por lesión de su rival).