La virgen del Rocío, auxiliadora ayer, hoy y siempre
Almonte renueva el solemne Voto de Acción de Gracias que realizó hace 108 años y vuelve a encomendarse a su Patona para la superación de la pandemia
En aquellos días de 1810 fueron los soldados de Napoleón . Amenazaron con llegar a Almonte y destruir la villa y a todos sus habitantes. Un destino horrible que parecía inevitable y que sin embargo fue apartado por la intercesión de María Santísima del Rocío , a la que el pueblo se encomendó en aquella noche de agosto. En 1813, Almonte –su parte civil y religiosa-, hizo una promesa que habría de comprometer a las generaciones futuras, por los siglos de los siglos: mostrar su gratitud a la Virgen del Rocío, auxiliadora eterna del pueblo, un voto de acción de gracias que “cumple hoy fiel y gozosamente”, como ha recordado el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra , en su homilía de la Función del Voto del Rocío Chico .
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Entonces fueron los soldados de Napoleón. Hoy, la pandemia. Y entre una desgracia y otra, muchas vicisitudes han hecho que los devotos de la Virgen se postren ante sus plantas para pedirle el fin del sufrimiento. Es precisamente la pandemia de Covid-19 la que ha provocado que por segundo año consecutivo esta festividad, mucho más íntima que la celebración de Pentecostés , tenga lugar en Almonte en lugar de en la aldea, que bien es cierto que experimenta en los últimos días un renacimiento que casi hace olvidar los largos meses de soledad y silencio que lleva atravesados el enclave.
En aquel tiempo «tuvieron la humildad para reconocerlo y la sensibilidad para estar siempre agradecidos». Y, un año más, y van 108, Almonte ha pedido a la Virgen “que vuelva sus ojos misericordiosos» hacia su pueblo y termine con esta lacra como en 1810 alejó la amenaza de la destrucción absoluta. Aunque, ha recordado el obispo de Huelva, hay otra pandemia, «en este caso espiritual», una «enfermedad del alma» que Gómez Sierra ha radicado en el llamado primer mundo, absorto en el consumismo mientras se muestra indiferente ante el sufrimiento y la necesidad de una parte de la población.
Ha sido sin duda una homilía muy reivindicativa la de Gómez Sierra, en la que ha exhortado a dar «testimonio de caridad» porque «una sociedad sin los valores cristianos no será el mejor mundo para los hombres», en referencia al daño que causa la ausencia de estos valores para garantizar algo tan importante como los derechos humanos, para terminar con los dulces versos de Francisco Muñoz y Pabón , el presbítero artífice de la coronación de la Virgen del Rocío: «de noche y de día, te encuentra quien te busca, Virgen María».
Almonte ha vuelto a encontrar a su Patrona, la encuentra cada día, le reza y le abre las puertas a todo aquel que viene a mostrarle su fe y su devoción. «Extiende así la fraternidad y la amistad social» una comunidad cristiana, la almonteña, «que se ha hecho misionera» y que, entretanto, contra viento y marea, transmite a las nuevas generaciones las tradiciones ancestrales de las que ha sido depositaria por sus antepasados. Sólo ayer, la hermandad acogió en su seno a alrededor de un centenar de nuevos hermanos de todas las edades, que vienen a sumarse a las 12.000 almas que integran la Matriz . «Una gran responsabilidad» que se suma a la alegría que el presidente de la institución, Santiago Padilla, confesaba sentir en la celebración del juramento de los nuevos miembros.
La mayoría eran niños que recién han celebrado su primera comunión. Serán ellos los que, en el futuro, deberán dar cumplimiento al Voto de Acción de Grac ias y transmitirlo a las siguientes generaciones con la contundencia de las palabras que sus antepasados dejaron escritas: «Porque somos Tuyos, queremos seguir siendo Tuyos, y Tú, de Almonte».
Eucaristía serena en una fresca mañana de agosto
Si ya de por sí el Rocío Chico es una festividad eminentemente religiosa marcada por un mayor recogimiento, desde que la Virgen está en la Villa, esto se ha visto incrementado. Mientras el Rocío espera el regreso de su Señora e incluso estos días han podido contemplarse los adornos típicos de esta celebración en algunos enclaves , en Almonte los fieles se han volcado con los cultos que comenzaron el lunes y que han culminado hoy con la Solemne Función del Voto de Acción de Gracias.
Ha sido una eucaristía serena, celebrada en un silencio escrupuloso en una parroquia, la de la Asunción, ocupada tan sólo por 150 personas , un 75% de su capacidad en cumplimiento de las medidas de prevención del Covid-19.
La temperatura, mucho más llevadera que la de jornadas anteriores, ha contribuido a que los presentes pudieran disfrutar de la misa, cantada por Arabia y Mari Carmen Medina , ante la atenta mirada de la Virgen del Rocío, engalanada para la ocasión con el traje de los Montpensier y enmarcada, por primera vez en 100 años en la villa de Almonte, por las bambalinas que se elaboraron con ocasión de la procesión extraordinaria del centenario de la coronación que se celebró en septiembre de 2018.
Para culminar la celebración, ha tenido lugar la procesión eucarística por el interior de la parroquia y su entrada principal, donde esperaban muchos devotos que han seguido la eucaristía aprovechando la amable mañana y finalmente, una emotiva Salve jalonada por los vivas del presidente de la Hermandad.