ROCÍO JUBILAR

La pandemia del coronavirus paraliza la admisión de nuevas filiales de la Hermandad Matriz del Rocío

La Matriz decide aplazar el ingreso de hermandades «atendiendo a las circunstancias extraordinarias que estamos viviendo». Linares, la última en ser admitida, no ha llegado a estrenarse

Misa Pontifical en la Romería del Rocío Miguel A. Jiménez

Miguel A. Jiménez / M. Humanes

La Junta de Gobierno de la Hermandad Matriz de Almonte ha decidido no aceptar este año nuevas hermandades en su nómina de filiales. La máxima institución rociera ha comunicado esta determinación «atendiendo a las circunstancias extraordinarias que estamos viviendo», circunstancias, las de la pandemia , que han provocado situaciones tan insólitas como la suspensión de la Romería o del regreso de la Virgen del Rocío a su Santuario de la aldea en la fecha prevista.

Este cúmulo de alteraciones en el calendario rociero y la incertidumbre que planea sobre la vida en general, teniendo en cuenta que la pandemia tiene una serie de efectos colaterales como la crisis económica, y dado que aún se desconoce a ciencia cierta cuándo se podrá volver a la normalidad, vacuna mediante, han provocado la decisión de la Hermandad Matriz de Almonte. Esta considera que todos estos factores pueden provocar la alteración de «las celebraciones que se lleven a cabo en los próximos meses», por lo que no tendría sentido abrir las puertas a nuevas hermandades que podrían no tener la oportunidad de participar en ningún acto ni ejercer su condición de filial.

Así ha ocurrido, de hecho, con Linares , hermandad que se convirtió en filial el año pasado y que ni siquiera ha podido estrenarse en Pentecostés. Fue admitida, de hecho, en la víspera de la celebración de la Inmaculada Concepción, «festividad de tanta significación para la devoción rociera», como ha señalado la Matriz. Pocos meses después sobrevenía la pandemia y las restricciones que han acabado por el momento con las celebraciones rocieras tal y como las hemos conocido hasta ahora.

Cabe recordar que a pesar de los esfuerzos de la Hermandad Matriz por imprimir algo de normalidad a los cultos y tradiciones rocieras, los brotes de la enfermedad han terminado por obligar a suspender las peregrinaciones extraordinarias y celebrar la Salve de los fines de semana –la que más público concitaba- a puerta cerrada , para limitar en la medida de lo posible el contacto entre los devotos y la propagación del virus.

La Hermandad Matriz de Almonte ha querido enviar a todas las hermandades rocieras que aspiran a convertirse en filiales «un mensaje de apoyo» al tiempo que las anima «a seguir trabajando por la devoción rociera en sus pueblos y ciudades, encomendando su labor a la Santísima Virgen».

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