La primera hermandad residente en Sevilla y no perteneciente a la diócesis, la Castrense, ha iniciado el camino hasta la Virgen del Rocío desde el barrio de Tablada en la mañana del martes 23 de mayo. Lo ha hecho acompañado de Montequinto, nueva filial, la número 126, quien iniciaba su salida en la tarde de este pasado lunes.
Montequinto ha partido por primera vez al Rocío con su simpecado y la carreta, acompañado de la Castrense con quien hará la presentación el próximo viernes. Se da la circunstancia que la madrina de la corporación es Sevilla Sur, pero desde estos últimos años viene haciendo el camino desde Tabla esta hermandad fundada hace 18 años y con 27 años como asociación.
A las ocho de la mañana comenzaba la misa de romeros. Una hora más tarde ambas hermandades iniciaban el camino desde la parroquia de la Virgen de Loreto, con las dos carretas juntas, un hecho que ABC de Sevilla no ha podido contar al serle impedido el paso por parte del Acuartelamiento de Tablada para inmortalizar una de las nuevas imágenes que deparaba este Rocío.
La Unidad de Música de la Agrupación del Acuartelamiento Aéreo de Tablada acompañó por las instalaciones a ambas hermandades en un día gris, donde la lluvia, tan necesaria en tiempos de sequía, respetó la salida de la Castrense y Montequinto.
Acabada las marchas militares, entre las dos carretas, comenzaban las sevillanas. 'Chaparrones de mayo lavan los pinos'. Esa letra tan clásica era una de las primeras en ser interpretadas, ya que venia como anillo al dedo en una romería que será con temperaturas agradables y con miradas puestas al cielo durante la semana por la lluvia.
🟢 La Castrense y Montequinto se despiden del barrio de Tablada para ir en en busca de postrarse a las plantas de la Virgen del Rocío #ElRocío23 https://t.co/GulLRggZ3a pic.twitter.com/uPOpeT8WJ1
— Pasión en Sevilla (@pasionensevilla) May 23, 2023
Antes de abandonar la ciudad por la avenida de San Juan Pablo II no podía faltar la tradicional visita al colegio Vara del Rey. Todos los alumnos, con previo ensayo, cantaron la salve de la Virgen del Rocío. Siguieron las sevillanas, ofrendas y la despedidas de esos pequeños a los que le inculcan desde sus primeros años de vida el significado de la devoción de la Blanca Paloma.
Seguía el transitar de las hermandades por Tablada, con esos peregrinos agarrados a la trasera de la carreta por estar de promesa. Al silencio de la música saltaban las plegarias, como la de una mujer mayor portando bata, quien comenzó a rezar la salve a la Virgen del Rocío en solitario, hasta que el resto le siguieron, incluso llegando a parar la carreta los hermanos Makarines, los boyeros, auténticos especialistas en esta materia y capaces de hacer maniobras inigualables.
Sobre las diez y media de la mañana la comitiva abandonaba Sevilla hasta la semana que viene. Toda Tablada se ha marchado para ir hasta la Virgen del Rocío, por la tierra y por el cielo, inclusive los que partieron a la casa del Padre como Eloy, una de las personas fundamentales de la hermandad, su prioste eterno.
Dentro de ocho días la corporación regresará a casa después de haber ido a la llamada de la Virgen, una hermandad residente prácticamente a las afueras de la ciudad, que da culto en un recinto privado con dificultades para acceder, perteneciente a la Castrense, pero que continúa en crecimiento año a año, desde su primer camino en solitario realizado desde hace más de una década. La cosas de la Virgen.