Una verdadera mujer barbuda se confiesa: «Me siento sexy y femenina»

Tras toda una vida escondiendo su problema, Rose Geil ha decidido dejarse a un lado las maquinillas de afeitar

Rose Geil Daily Mail

ABC.ES

A sus 39 años de edad, la estadounidense Rose Geil ha decidido olvidarse de sus complejos y dejar a un lado las maquinillas . Así pues, tras 20 años afeitándonse la barba con la que amanece día tras día, ahora su cara luce un vello facial más propio de un hombre, pero el cual no le acompleja en absoluto.

De hecho, tras pasar un calvario durante su infancia y su adolescencia, ahora afirma que ha logrado ser ella misma y que se siente totalmente « sexy y femenina ».

Así lo ha afirmado la propia Geil, apodada la «mujer barbuda» en las redes sociales, en declaraciones exclusivas para la versión digital del diario « Daily Mail », donde se ha confesado después de toda una vida ocultando al resto del mundo su « verdadero yo ».

Según explica, cuando apenas contaba trece años se dio cuenta de que no era como las demás niñas, pues a ella le crecía todos los días una barba que tenía que afeitarse para que no se burlaran de ella.

De esta guisa vivió durante más de 20 años. Y todo ello, acompañado por la indiferencia de su padre , que siempre eludió el tema, y el apoyo de su madre , que la llevó a decenas de médicos sin lograr ninguna cura.

«Estaba totalmente marginada en la escuela. No encajaba. Fue agotador intentar de mantenerlo todo oculto . Para mi sentir angustia era algo habitual. No me di cuenta del impacto emocional que la situación tuvo en mi hasta que fui mayor», explica esta mujer al diario «Daily Mail».

Desde entonces, también ha intentado someterse a depilaciones láser y otros sistemas similares... pero nada puede con su barba. Por eso, hace escasamente ocho meses decidió que lo mejor era abandonar las maquinillas de afeitar y dejar crecer su barba .

«Estaba emocionalmente agotada de tratar de ocultar mi barba cada día y sentí que estaba fracasando en mi vida . Dejar crecer mi barba por primera vez fue una experiencia increíble. Fue muy difícil emocional y físicamente porque era muy incómodo, pero logré luchar contra el impulso de afeitarme», añade.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación