La trágica historia del boxeador gitano que desafió al III Reich

Johann Trollman plantó cara a los nazis combatiendo sobre un ring de boxeo

Johann Trollman ABC

BITACORAS

La victoria es el principal objetivo de cualquier deportista profesional. Ganar o perder, pasar a la historia como vencedor o diluirse en ella como vencido: esos son los dos caminos que pueden tomar la mayor parte de los atletas. Sin embargo, algunos de ellos son capaces de ir más allá y convertirse en héroes a través de su ejemplo, independientemente de los resultados que logren compitiendo. Seguro que ahora que estamos en plenos Juegos Olímpicos recuerdas a Jesse Owens, el atleta negro que enfureció a Hitler . Pero tres años antes de que el estadounidense ganase cuatro medallas en las Olimpiadas de Berlín otro deportista desquició al III Reich. Hablamos del boxeador gitano Johann Trollmann.

Es posible que nunca hayas escuchado hablar de Trollmann, apodado 'Rukeli'. La organización benéfica Holocaust Memorial Day Trust , a través de su blog, ha intentado mantener vivo su recuerdo. Nacido cerca de Hannover a finales de 1907, Johann fue desde muy joven un apasionado del boxeo. Antes de cumplir 20 años ya había conquistado varios campeonatos regionales en una zona de Alemania donde este deporte contaba con gran aceptación. Pero Rukeli no era un boxeador convencional : se imponía más por habilidad que por fuerza, sacando partido a su juego de piernas, tan veloz como extraño en la época. Algunos creían que ese estilo era 'poco alemán', por ejemplo quienes decidieron excluirle de los Juegos Olímpicos de 1928.

Aunque Trollmann no tiró la toalla y continuó con su triunfal carrera en Berlín, las cosas se complicarían para él con la llegada al poder de Hitler. Prueba de ello fue lo sucedido en el combate por el título nacional de peso semipesado, contra Adolf Witt el 9 de junio de 1933. La pelea fue suspendida sin motivo aparente cuando Rukeli acariciaba una merecidísima victoria, que los jueces se negaron inicialmente a concederle. El clamor entre el público presente obligó a las autoridades a nombrarle campeón, título que le sería retirado menos de una semana después. Se argumentó que su estilo no era aceptable, que un boxeador no podía llorar sobre el ring como él lo había hecho, enrabietado. La realidad es que quería evitarse a toda costa un campeón gitano.

Así las cosas, se anunció que se celebraría un nuevo combate el 21 de julio para determinar el ganador definitivo. Pero Trollmann recibió instrucciones precisas para la cita: tenía prohibido «bailar como un gitano», debía «luchar como un auténtico alemán». En otras palabras, estaba obligado a renunciar a su estilo de siempre y por tanto a sus opciones de triunfo. Fue entonces cuando Rukeli lanzó un osado órdago a quienes le discriminaban: s e presentó a la pelea completamente bañado en harina y con el pelo teñido de rubio . No plantó cara a su oponente, sino que permaneció quieto en el centro del ring, encajando golpes y sangrando hasta caer sobre la lona. Aguantó cinco asaltos antes de perder el aliento.

La carrera de Johann Trollman nunca volvería a resurgir . Fue esterilizado como muchos otros gitanos en Alemania y llegó a divorciarse para proteger a su familia. Por esa misma razón se enroló en las filas de la Wehrmacht en 1939. En 1942 sería expulsado del cuerpo, arrestado por la Gestapo, torturado y enviado a un campo de concentración. Allí fue explotado, obligado a combatir para divertimento de los poderosos. Un «kapo» llamado Emil Cornelius no pudo soportar que le derrotase y arremetió contra él con un palo, asesinándole brutalmente.

Los méritos de Rukeli recibieron un justo reconocimiento en 2003, cuando su familia recibió el cinturón de campeón nacional que él mismo debía haber recogido siete décadas antes. Su valentía se ha elogiado con sendos monumentos en su memoria en Hamburgo y Berlín , que puedes ver bajo estas líneas.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación