Mueren abandonadas por sus amigos tras ser arrolladas por una cosechadora: «Podrían haberlas salvado»

Hanan Nekhla, de 32 años, y Sara El Jaafari, de 28, murieron en un campo de maíz cerca de Sesto Ulteriano, en Italia, el dos de julio. Se necesitaron 24 horas para encontrar sus cuerpos destrozados . Los dos amigas, que habían pasado la noche, allí fueron arrolladas por una cosechadora.

De las primeras reconstrucciones se ha sabido que las dos mujeres estaban en compañía de otros dos jóvenes cuyos rastros se han perdido . «¿Por qué se escaparon esos dos? Quizás no tenían los papeles o quizás tenían que esconder algo. Queremos entender a dónde se han ido los dos amigos que estaban con Hanan y Sara el jueves por la noche. Podrían haberlas ayudado en lugar de dejarlas en el campo, podrían haberse salvado». La denuncia proviene de Meryen, de 24 años, prima de Hanan en una entrevista con Repubblica.

Fue ella quien denunció la desaparición de su prima. «Era mi prima, pero también mi mejor amiga - dijo Meryen - Sólo últimamente nos hemos visto menos. La última vez hace dos semanas: ella trabajaba de camarera en Treviglio y yo también empecé a trabajar en un restaurante en Milán, en la zona de Corvetto». La prima reconstruye los últimos días de felicidad con Hanan. Todo transcurrió como de costumbre. «Hanan estaba con mi hermana, en la provincia de Varese - dice la joven de 24 años - el jueves por la noche todo estaba tranquilo».

Ese jueves por la noche recibió una llamada de Sara. Le dijo que estaba con dos chicos que había conodico recientemente e iban a salir. Pasaría a recogerla poco después. «No sé quiénes son, nunca los conocí, creo que los conocieron en Facebook», dice Meryen. Alrededor de las tres de la mañana pasaron a recoger a Hanan, dijo que volvería pronto.

«Hanan no estaba acostumbrada a llegar tarde - dijo Meryen entre lágrimas - era una chica tranquila. Llevaba casi seis años en Italia, estaba casada con un italiano, pero la historia no salió bien. Ahora estaba feliz, tenía muchos planes, sobre todo el de irse a vivir con su nueva pareja. Siempre lo contaba y se le iluminaba la cara».

Las dos jóvenes nunca regresaron a casa. «Queremos que aparezcan esos dos muchachos para explicar cómo fueron las cosas. Tienen que contar lo que pasó y cuándo huyeron. Cuando dejaron a Hanan y Sara solas en ese lugar inaccesible, ¿seguían vivas? Todos nosotros, pero especialmente sus familias, queremos entender. Quizás Hanan y Sarah podrían haberse salvado», dice Meryen.