Muere de cáncer a los 47 años y pone su número de cuenta en la esquela para donaciones a su hija
Sonia, al borde de la muerte, decidió pedir a amigos y familiares que ayudaran a su hija, de 21 años, a terminar la universidad, para permitirle tener un futuro mejor que el de ella
![Sonia Campagnolo con su hija Lisa](https://s2.abcstatics.com/media/recreo/2021/06/17/sonia-campagnolo-muore-tumore-iban-figlia-kbXB--1200x630@abc.jpg)
Sonia Campagnolo murió a los 47 años de un tumor de páncreas y en sus último días tenía una gran preocupación: su hija Lisa Campagnolo y sus estudios en la Facultad de Derecho de Padua, Italia. Un camino económicamente exigente, especialmente para una joven de 21 años que se quedó sin nadie a su lado. Por este motivo, la madre Sonia quiso que se colocara en la esquela su número de cuenta corriente, precedido de una breve explicación: «Que tu flor sea una donación para apoyar a su hija Lisa Campagnolo» .
![Muere de cáncer a los 47 años y pone su número de cuenta en la esquela para donaciones a su hija](https://s3.abcstatics.com/media/recreo/2021/06/17/sania2-kbXB--510x349@abc.jpg)
La de Sonia y Lisa es la historia de una madre y una hija que han sabido mantenerse unidas a pesar de pasar por muchas dificultades en la vida. Ambas vivían en Carmignano di Brenta, en la provincia de Padua. «Tuve una infancia bastante especial. Mi padre nos abandonó cuando yo tenía un año y poco hizo para ayudarme con los gastos . Mamá y yo siempre nos las arreglamos, solo teníamos alos abuelos que nos echaban una mano», dice a La Repubblica Lisa sin sentir pena por ella misma. Sonia, que a los 25 años se encontró con una hija que criar sola, trabajaba como contable. «'Eres mi gran regalo, mi gran amor'. Crecí escuchando esta frase. Mi madre me dijo que su gran deseo era que yo tuviera un futuro mejor que el de ella. Entonces, cuando me gradué en contabilidad, me convenció para continuar. Y después de un año en Ciencias Políticas me matriculé en Derecho».
Cuando le diagnosticaron la enfermedad, en diciembre de 2019, el primer pensamiento fue curarse pero inmediatamente después Sonia comenzó a pensar en cómo garantizar económicamente los estudios de su hija . «Dijo que sólo con un título tan prestigioso podría ser una mujer independiente. Por eso ahora estoy decidida a seguir adelante, a pesar de todo», continúa Lisa, quien cursa segundo año en la Universidad de Padua. «Actualmente no trabajo pero tengo que buscar algo para pagar mis estudios. Tengo mis abuelos maternos que me ayudan pero son mayores y no pueden hacerlo solos». Consciente de ello, Sonia, agotada por el tumor que también había invadido el hígado, pidió que le pusieran en la esquela una petición para que en vez de llevar flores en su funeral hicieran donaciones a su hija.