La increíble historia de una mujer que despertó en el pasado
Naomi Jacobs, de 32 años, se levantó una mañana creyendo tener 15
Para muchos, el momento de despertar por la mañana es casi mecánico, siempre idéntico. El que Naomi Jacobs sufrió un día, sin embargo, fue de todo menos rutinario. Era el año 2008, tenía 32... y pensaba que eran 15 . No reconocía su habitación y ni siquiera se reconocía a ella misma: «Salté de la cama y me vi en el espejo. Mi cara había cambiado. Me veía pálida y supe que había envejecido. Cuando hablé en voz alta por primera vez, mi voz sonaba muy diferente», reconoce en una entrevista con la «BBC».
Gracias a la ayuda de su hermana y de su mejor amiga, fue comprendiendo lo que había ocurrido durante su vida: «Pensaba que tenía 15 años. Todos mis sentidos, todas mis emociones eran las de una chica de 15 años. Y creía que era 1992 », cuenta. Jacobs recuerda que se quedó enormemente sorprendida cuando supo que Obama había ocupado la Casa Blanca: «Nunca pensé que vería algo así. Creí que era una broma al principio. ¿Quién es este Obama? ¿Es en serio?».
La sorpresa más grande se la llevó cuando descubrió que tenía un hijo , Leo, de diez años: «Durante las primeras 24 horas no podía comprender el hecho de que tenía un hijo, aunque me dijeron que sí, y lo vi y me maravilló», asegura.
«Fue mortificante. Nunca imaginé como adolescente que esa sería mi vida. Estaba devastada. No podía creer que así era como había elegido lidiar con la realidad (...). El momento que cambió todo fue cuando descubrí en los diarios que había sido abusada sexualmente cuando era niña. Y que había enterrado esa memoria desde los 6 años hasta que cumplí los 25», recuerda Jacobs, ya que la realidad con la que se encontró era completamente diferente a la que ella imaginaba que tendría cuando tenía 15 años.
La respuesta al extraña experiencia de Naomi se la dio un psiquiatra unos años más tarde: sufría amnesia disociativa , una rara enfermedad provocada por el estrés severo. Gracias a una melodía con la que recordó un fragmento de su vida, Jacobs fue recuperando la memoria. Fue poco a poco, gracias a sabores, sonidos, canciones aromas... Tres meses después, se despertó y se volvió a sentir diferente: «Igual que cuando fui una adolescente que se despertó en el futuro. Sentía como que estaba en un sueño», dice.
En el libro « Forgotten Girl » («La chica olvidada»), Jacobs recoge su experiencia y cuenta cómo le ha cambiado la vida.
