Imputan a seis exempleados de eBay por enviar un feto de cerdo y cucarachas vivas a críticos con la empresa
A los acusados se les imputan cargos de conspiración para cometer acoso cibernético y presionar a testigos
Seis exempleados de la empresa de comercio y subastas electrónicas eBay fueron imputados este lunes por la Fiscalía estadounidense por presuntamente orquestar una campaña de intimidación contra críticos con la compañía y enviarles objetos lúgubres a casa.
Según la oficina del Fiscal General de Boston (Massachusetts, EE.UU.), a cargo de la investigación, los envíos al domicilio de las víctimas incluirían un feto de cerdo real, una máscara de cerdo ensangrentada, una corona funeraria, una caja con cucarachas vivas y un libro sobre cómo superar la muerte de un cónyuge.
Además, los extrabajadores de eBay también habrían enviado material pornográfico a nombre de la pareja a la que querían intimidar pero a casa de sus vecinos, de manera que fuesen estos quienes recibiesen los paquetes pero viesen en ellos el nombre de las víctimas.
La pareja objeto de intimidación son residentes en Natick (Massachusetts) y editan conjuntamente un boletín electrónico o «newsletter» sobre comercio electrónico que en agosto de 2019 se mostró muy crítico con los problemas judiciales de eBay, ante lo que estos seis empleados decidieron iniciar la campaña de intimidación .
Penas de hasta cinco años de cárcel
Además del envío de ese tipo de objetos, los entonces empleados - ninguno de ellos sigue trabajando en la actualidad para la empresa de San José- acosaron a la pareja por Twitter tanto en público como con mensajes privados, según la acusación.
También se les imputa haber colgado un mensaje público en el popular portal Craiglist en que aseguraban que las víctimas practicaban intercambio de parejas y que estaban buscando otra gente con quienes tener sexo.
Finalmente, este grupo de extrabajadores realizó varias visitas a la dirección de los afectados y, según la versión de la Fiscalía, en una de ellas trataron de acceder al garaje para colocar un dispositivo GPS de seguimiento en su vehículo.
A los acusados se les imputan cargos de conspiración para cometer acoso cibernético y de conspiración para presionar a testigos, que podrían conllevar penas de un máximo de cinco años de cárcel.
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