El hombre que murió enterrado en su colección de pornografía

Su cadáver fue encontrado entre cientos de revistas semanas después de su fallecimiento

BITACORAS.COM

Accidentes extraños, sucesos aparentemente inofensivos, situaciones surrealistas... la red está llena de testimonios y noticias de las muertes más raras que se puedan imaginar. En esta misma sección, por ejemplo, te contamos hace algunos meses cómo un cariñoso e inocente «chupetón» en el cuello puede costarte la vida . Hoy hemos conocido otro caso de lo más estrambótico, el de un japonés que falleció rodeado de una gigantesca colección de revistas pornográficas.

El blog Gizmodo ha publicado los detalles de una historia de la que dieron cuenta medios nipones hace algo más de una semana. El triste protagonista de la misma fue un hombre de 50 años, antiguo empleado en una importante compañía de fabricación de automóviles. Sufrió lo que en Japón se llama 'kodokushi', una muerte en la más absoluta soledad . Tanto es así que sus restos no fueron encontrados hasta varias semanas después de su defunción.

Fue entonces cuando se descubrieron los detalles escabrosos. El cuerpo del hombre, llamado 'Joji' por algunas fuentes, apareció en su apartamento... entre varios kilos de revistas pornográficas. Una descomunal colección que había reunido a lo largo de los años y que, en cierto modo, fue la culpable de que el cadáver no fuese localizado mucho antes . El papel absorbió los fluidos corporales segregados por el difunto durante varios días, evitando que los malos olores alertasen a sus vecinos.

La bitácora mencionada también denuncia que si bien es cierto que este solitario fue hallado sin vida entre cientos de magazines, en varios medios se ha tergiversado la historia para darle un punto extra de espectacularidad, afirmando que el varón fue literalmente aplastado por su enorme colección. Un infarto de miocardio habría sido la auténtica causa de la muerte, quedando el cuerpo hundido entre las revistas al desplomarse sobre el suelo.

«Para evitar causar vergüenza al fallecido, hemos intentado deshacernos de los juguetes para adultos que encontramos en la estancia, para evitar el sufrimiento de la familia afligida», detalla una de las personas que se encargó de limpiar el apartamento. Sin duda alguna, la del infausto Joji es una de las escenas mortuorias más extravagantes de los últimos tiempos.

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