Hacen un «simpa» por descuido y envían el dinero días después
Los propietarios del restaurante, impactados por el gesto de buena voluntad de unos clientes
Pocas cosas resultan más dolorosas para un trabajador de hostelería que una cuenta sin pagar. El cliente hace su pedido, consume y sin que nadie se dé cuenta abandona el local sin pasar por caja. Esto es lo que desde siempre se ha llamado «simpa» , un quebradero de cabeza para los propietarios de bares y restaurantes. Sin embargo, aunque el cliente que lo hace suele actuar con mala intención, existen excepciones. Hay quien se marcha sin pagar por puro despiste; eso sí, son pocos los que lo remedian cuando se dan cuenta de lo sucedido.
Justo eso es lo que ha pasado en la ciudad inglesa de Middlesbrough, donde se encuentra el restaurante africano Kilimandjaro. «No juzgues demasiado deprisa. Es mejor preguntar y dar tiempo para contestar antes de juzgar. Leed con atención y entenderéis que también hay personas honestas por ahí», han señalado los propietarios del local, al compartir en su p ágina de Facebook las imágenes que dan forma a la anécdota. En las fotos vemos 40 libras en billetes y una breve carta .
Es el contenido de un sobre que un grupo de tres clientes ha hecho llegar al restaurante: dinero para pagar la cuenta pendiente y una carta para presentar sus disculpas . «Es muy impropio de nosotros, por eso estamos tan arrepentidos», explican en la misiva. Ocurrió el pasado 8 de diciembre, cuando salieron del comedor para buscar un cajero, al informarle el camarero de que no aceptaban pagos con tarjeta. Mientras trataban de localizar la máquina, se dieron cuenta de que el tren que debían tomar estaba a punto de salir, por lo que no tuvieron más remedio que irse.
«En este punto, demasiado tarde, nos dimos cuenta de lo que habíamos hecho. Por eso hemos decidido escribir esta carta de disculpa y meter 40 libras en el sobre. Lamentamos profundamente no poder disculparnos en persona, pero no vivimos en Middlesbrough. Os pondremos una puntuación de cinco estrellas en Tripadvisor» , concluyen los clientes, que firman como Tom, Alex y Harry. Su gesto ha emocionado a los trabajadores del Kilimandjaro, que daban el dinero por perdido. «Pensé que ya no quedaba gente así en el mundo», sostiene Apollo Apollinaire, el dueño.
Noticias relacionadas