La sexy chica que ha engañado a Facebook
La argentina Amalia Ulman abrió una cuenta en las redes sociales mostrándose como una rica y bella joven que acababa destrozando su vida, pero todo era una farsa
Desde abril hasta septiembre del 2014. Ese fue el breve espacio de tiempo (apenas cinco meses) que la argentina de 26 años Amalia Ulman utilizó para engañar a miles de usuarios de varias redes sociales como Facebook . Y es que, decidida a demostrar que lo que se cuenta en internet es totalmente falso, se inventó una vida a través de la Red para descubrir cómo reaccionaría la sociedad . Vaya si lo consiguió. De hecho, es probable que lo hiciera demasiado bien pues, cuando desveló su secreto, se ganó el odio de las casi 100.000 personas que seguían sus desventuras.
En principio, allá por abril de 2014, Amalia se presentó como una « cute girl » (una chica bonita) y logró hacerse un hueco mediante sus fotografías « sexys » en Facebook y otras redes gracias a los hashtags más populares del momento. Sus imágenes, poco a poco, fueron ganando en repercusión. Fue en ese momento cuando cambió de papel y afirmó que se había casado. A partir de ese momento, por lo tanto, pasaba a convertirse en una « sugar baby » (más conocida por ser un tipo de joven mantenida por su amante).
Para terminar, engañó a todos sus seguidores explicando, al poco tiempo, que ya había pasado a ser una « liffe goddnes », una diosa de la vida que solo piensa en sí misma y puede pegarse la gran existencia gracias a su marido. Según han explicado varios diarios locales, seleccionó esos personajes debido a que «suelen ser tendencia entre las mujeres». Una vez que los hubo elegido, los ordenó de una forma lógica y comenzó su actuación. La historia que se inventó en este curioso viaje no tuvo precio y bien parecía de una novela,. Y es que, explicó que se había sometido a cirugía plástica , simuló una autodestrucción personal por la que se disculpó, fingió una recuperación y dijo haber encontrado un nuevo amante.
Desvela el engaño en Facebook
Al terminar el proyecto, a finales de septiembre de 2014, sus cuentas de varias redes sociales (entre ellas Facebook ) acumulaban 88.906 seguidores. Ahora, más de 110.000. En ese instante se atrevió a explicar que todo había sido una mentira y un curioso proyecto social. Algo que, como cabe esperar, le granjeó el odio de la mayoría de aquellos que seguían sus aventuras y que no le ayudó en su vida de artista. « La gente empezó a odiarme. Algunas galerías donde estaba exhibiendo se asustaron y me dijeron cosas como, 'Tienes que dejar de hacer esto, porque la gente no te tomará en serio nunca más», explicaba.
Este experimento ha venido ha demostrar que, aunque las redes sociales se vende como un garante de la verdad y la autenticidad, son sumamente sencillas de manipular. « Internet apareció en principio para ampliar el campo del anonimato, lo que significaba que la gente podía explorar nuevas formas de identidad o cambiar la identidad. Pero Facebook se ha asociado no sólo con la pérdida del anonimato, sino como una amenaza para todos los aspectos de la vida privada», explica el antropólogo Daniel Miller en declaraciones a « La Nación ».