Expectativas vs realidad ¿Cómo sería tener una cita con una sexy chica Playboy?

Todos hemos imagina nuestra cita perfecta . Para unos suele ir acompañada de un restaurante caro , unas copas de igual precio y una noche en un hotel lujoso. Para otros, por el contrario se limita a tomar algo mientras se pasea a la luz de la luna por la playa. Sin embargo, todos ellos tienen un elemento en común: estar con la persona a la que se quiere y demostrar con amor que aprecias se la aprecia. Ahora bien... ¿Cómo son estos encuentros en la realidad? Facebook ha respondido a esta pregunta.

Concretamente, la estrella de las redes sociales « Piquer » ha sido el encargado de demostrar las diferencias que existen entre las expectativas que tenemos a la hora de afrontar una cita, y cómo es la misma en la realidad. Para ello, además, ha contado con la colaboración de una estrella de excepción: la chica PlayBoy Amanda Cerny . La fama de ambos (más algún que otro factor como la belleza de la joven) ha hecho que el clip sea vista más de doce millones de veces en Facebook . Todo ello, acompañado de miles de «Likes».

Pero... ¿Qué es lo que se ve en este vídeo para que haya causado tanto revuelo? En principio, comienza mostrándonos la expectativa de la cita perfecta. En ella, un chico llega hasta la casa de su novia en un deportivo deseando encontrarse con ella. Como se puede ver, destila felicidad y alegría . Al bajar del vehículo, deja ver sus zapatillas caras y, portando un ramo de flores , se dirige a la puerta bailando deseoso de ver a su amada. Por su parte, la joven le abre la puerta con una sonrisa de oreja a oreja, encantado de verle.

Sin embargo, la realidad que se muestra posteriormente es bien diferente. Y es que, si antes llegaba en un deportivo, el chico aparece ahora en un utilitario cochambroso y, en vez de bajarse, se limita a gritar a su novia desde dentro: «¡Que vamos tarde!». Sus modales no pueden ser peores. Por su parte, y tal y como puede verse en este vídeo de Facebook , la chica PlayBoy sale enfadada de la vivienda, le maldice por sus formas, y pisa la calle con un cabreo incomparable. Seguro que muchos habrán pensado que, de tener una novia que hubiera aparecido en esa revista, iría con una sonrisa a recogerla.