Una enfermera granadina vacuna a sus propios abuelos: «Ya queda menos para abrazarnos»

Aunque la pandemia muestra todos los días su cara más dura, las vacunas son una fuente de esperanza que ayudan a avanzar y a combatir el coronavirus. La enfermera granadina Pilar González «todas las caras al covid», trabajando en el centro de salud de Churriana, en la UCI para enfermos de coronavirus, en planta… en un año que ha sido para ella «una montaña rusa» , según explica a Ideal . Pero ahora ha querido vivir la cara más amable de esta situación.

Hace turnos rotatorios en los tres puntos de vacunación de Granada pero el viernes pasado decidió cambiarlo para que fuera ella quien vacunara a sus abuelos. «Mis abuelos tenían cita previa para ir a Albayda, así que cambié el turno para poder ser yo la que los vacunara allí . Se me saltaron las lágrimas al hacerlo, después de todo el miedo que hemos pasado. Han sido muchos meses sin vernos, o haciéndolo de lejos, y pensar que ya queda menos para abrazarnos y que se nos devuelva esa cercanía es muy emocionante», explica la granadina, de 28 años, que le administró a ambos la segunda dosis que supone «el principio del fin», según recoge Ideal.

Por supuesto, sus abuelos estaban muy orgullosos de ella y su abuelo no paraba de decirle a todos los sanitarios y a los que esperaban en la sala de espera que su nieta sería quien les inmunizaría. Ninguno ha tenido efectos secundarios.