Descubre que su novio planea ponerle los cuernos por el chivatazo de una tuitera y las redes se vuelcan para vengarse

«Si tu novio estaba el miércoles (15 de junio, sobre las 21.00 horas) en 'la pecera' de Fuenlabrada jugando al pádel y tú te vas a Tenerife una semana, que sepas que le dijo a su amigo que iba a llamar a Arancha para literalmente 'echar un polvo' ».

Un chivatazo lanzado en el océano que es Twitter, sin ningún hashtag o mención, como el que lanza un grito en mitad de una plaza sin saber exactamente a quién dirigirse, y la red social hizo su magia.

Cerca de 10.000 personas compartieron la publicación de esta chica y otras 35.000, con sus likes, hicieron llegar el mensaje a la novia, que no dudó en agradecer a su confidente el aviso y aportó más datos a la historia. «Arancha es su ex», afirmó. «Me voy a hacer la loca porque me paga el viaje a Tenerife, ya luego si eso cuando vuelva», respondió en tono de humor.

El desenlace solo la pareja lo sabe, aunque todo apunta al fin de la relación, pero los usuarios de Twitter, enganchados a la historia, no querían que quedara ahí el asunto y decidieron dar algunas propuestas a la afectada para se cobrara su venganza. Varios chicos mostraron su disponibilidad avisándole de que también estaban en Tenerife, y otros, pese a que no lo estaban, se ofrecieron para «ayudarla» a vengarse igualmente.

La novia, consciente de la viralización de su historia, ha lanzado varios mensajes en los que aseguraba no iba a aguantar una deslealtad y respondiendo abiertamente a las ofertas de venganza. «Dejen de mandarme solicitudes que no me quiero vengar de mi novio, y menos con avatares de Twitter de fútbol», ha compartido en su red social, donde se está tomando la situación con humor y donde ha llegado a cambiar el nombre de usuario por un «ya no te quiero» cuando inicialmente era «te quiero».

Por su parte, la autora del chivatazo ha tenido que soportar las críticas de algunos usuarios por dar la voz de alarma, aunque también ha encontrado muchos defensores que han alabado este gesto entre mujeres. El mensaje, igual que llegó a la novia, también lo hizo al novio en cuestión, o eso cree ella, puesto que el propio club de pádel donde se planeó esta infidelidad compartió la historia.