Demuestran que las mujeres sonríen más que los hombres
A través del big data un grupo de la Universidad de California en Berkeley ha analizado 37.000 fotografías de anuarios estadounidenses a lo largo de 100 años, desvelando curiosos detalles sobre la evolución de la sonrisa y los peinados de cada época
La minería de datos permite procesar la información que a un ritmo vertiginoso difunde internet. Pero la big data también hace posible recabar información de épocas en las que la Red todavía no apabullaba con su existencia.
Así lo ha demostrado un estudio de Shiry Ginosar de la Universidad de California en Berkeley (EEUU) . La tecnología permite ahondar en la evolución de ciertos patrones, incluso si la referencia procede de un medio analógico.
A partir de fotografías de anuarios de institutos estadounidenses desde 1905, digitalizadas por las bibliotecas locales americanas, Ginosar y sus compañeros descargaron primero más de 150.000 imágenes. Continuaron con su pionero enfoque de la minería de datos filtrando los retratos frontales y se quedaron finalmente con 37.000 archivos de un total de 800 anuarios , según «Technology Review» .
Superpusieron las fotografías para lograr «un promedio de cara» por época percatándose de que existen patrones en los peinados , formas de vestir y hasta expresiones faciales en las caras de los improvisados modelos. Y la evolución de las sonrisas a lo largo del tiempo es uno de los datos más interesantes que se desprenden de este estudio big data.
«La etiqueta y los estándares de belleza dictaban que la boca se mantuviera más cerrada , lo que generaba la recomendación de decir palabras similares a 'luz' (en lugar de 'patata) mientras se sacaba la fotografía», explica Ginosar.
A medida que avanza el tiempo, la gente sonríe más, aunque eso no signifique que los estadounidenses sean ahora más felices que antaño, sino que antiguamente los estudiantes acostumbraban a posar en los retratos como si de una pintura se tratase: estáticos y serios, en una posición cómoda, dispuesta para aguantar más tiempo que el que se requiere para una instantánea. Y eso ha cambiado: «Ahora damos por sentado que debemos sonreír cuando nos sacan una foto », argumenta el equipo, que ha podido llegar a esta conclusión después de elaborar un algoritmo que medía la progresión de la intensidad de las sonrisas.
Pero no es la única revelación a la que Ginosar y sus compañeros han podido acceder. Ciertamente, y aunque no sea la primera vez que alguien se refiere al hecho, sí son pioneros en demostrar que, relamente, « las mujeres sonríen más que los hombres ».
Curiosidades como el tiempo de peinado más habitual en cada época también han llamado la atención de los emprendedores de este estudio. Así, ahora es posible referir que «los peinados con ondas se popularizaron en 1930. Los peinados rizados, en 1940 y 1950. El mop-top ( pelo tipo Beattle), el corte de alas y el corte burbuja, en la década de los 60 . El pelo largo, los afros y tupés en 1970. Las permanentes y flequillos tuvieron su auge en las décadas de los 80 y 90, y el largo pelo liso empezó a estilarse en el 2000», sugieren.
Este estudio tan solo contempla una de las miles de posibilidades de la minería de datos, que permite entender conceptos que en su momeno pasaron desapercibidos. Los peinados y las sonrisas son tan solo el principio.
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