DESCUENTOS ABC
Cinco mentiras que le dices a tu madre cuando te independizas
Todos hemos pasado por el momento de volar del nido materno, y estas son algunas de las frases que hemos utilizado para no preocupar a la familia
En algún momento de nuestras vidas, todos tenemos que dar «el gran paso»: independizanos . Como jóvenes adultos, esta palabra representa tener tus propios horarios, entrar y salir sin dar explicaciones a nadie, hartarse de pizza y chocolate sin escrúpulos y, en definitiva, vivir bajo nuestras propias leyes y normas.
Pero una madre siempre está ahí, presente aún en la distancia, y querrá saber que el pequeño desastre que tenía en casa es ahora una persona hecha y derecha. Seguro que alguna vez han salido de tu boca estas 5 mentiras dirigidas a tu madre:
1. «Sí, acabo de comer. (...) Carne con verduras»
Un sábado cualquiera, cuatro y media de la tarde. Tu madre te pregunta por teléfono que si ya has comido y sueltas la primera mentira de las muchas que están por venir: «Sí, acabo de comer». En realidad, todavía no te has llevado nada a la boca porque a) te has despertado a las tantas, b) te daba demasiada pereza cocinar o c) estabas pensando en llamar a Telepizza .
Sabes de sobra que, después de esa primera pregunta, tu madre necesita tan solo dos milisegundos para lanzar la siguiente: «¿Y qué has comido?». Y aquí es donde tu capacidad de improvisación se eleva al máximo exponente para dar una respuesta rápida y complaciente, y piensas en algo que sea relativamente sano y equilibrado pero no tanto como para que sospeche que es mentira: «Carne con verdura». «Pollo con patatas». «Filete empanado». Y te callas que llevas tres días comiendo a base de bocatas.
2. «¿Anoche? Nada, en casa viendo la tele»
Vale, es posible que de verdad hayas tenido uno de esos viernes por la noche de manta, sofá y peli; pero nunca le contarás a la verdad a tu madre cuando sales de fiesta. Jamás le dirás que saliste de casa a la una de la madrugada. Que cogiste un metro y dos autobuses. Que llovía a mares e ibas sin paraguas y con la única compañía de una botella de vino en el bolso. Da igual que viviendo en casa de tus padres también salieras de noche; ahora que tu madre no está ahí para ver de qué guisa vuelves, tu deber es hacerle saber que estás a salvo viviendo por tu cuenta.
3. «Nos repartimos las tareas entre todos, cada día limpia uno»
¡Mentira! O bueno, a medias. Si compartes piso con más gente, quizá el reparto de tareas sea un hecho real que tus compañeros y tú lleváis al día. Pero sabes que si tu madre viera tu cuarto, probablemente lloraría. Porque da igual lo que te empeñes en ordenar y recoger, nunca va a estar a la altura de cómo ella deja las cosas. Por eso escondes la ropa sucia de la habitación y enfocas la webcam de manera estratégica para que solo se vea tu cara cuando hacéis videollamada.
4. «Sí, luego he quedado con esta gente»
No puedes dejar que tu madre sepa que te has pasado el fin de semana en casa viendo series por Internet y, en definitiva, malgastando tu tiempo a solas. Tu madre necesita saber que estás en buena compañía en todo momento.
5. «No te preocupes, voy bien de dinero»
No importa que en tu cuenta solo haya 80€ y no sepas cómo vas a llegar a fin de mes. ¡Eres independiente y te vales por ti mismo! Sonríes y le sueltas a tu madre una de las mentiras más poco creíbles de la historia: que vas bien de dinero y no necesitas que te envíen nada. Total, la sopa de sobre de 0,40€ tampoco está tan mala...