Así cambia tu cara con cada copa de vino que te tomas
Marcos Alberti, fotógrafo brasileño, ha decidido hacer una serie fotográfica titulada Wine Project que consiste en inmortalizar a una persona antes, durante y después de beber vino
¿Qué cara pones tras tomarte varias copitas de vino? Seguramente difiere bastante de las fotos previas. Y posiblemente, no estés muy orgulloso de verlas en Facebook. Marcos Alberti , fotógrafo brasileño, ha decidido hacer una serie fotográfica titulada Wine Project que consiste en inmortalizar a una persona antes, durante y después de beber vino.
El fotógrafo brasileño ha creado una experiencia única entre sus amigos. Marcos Alberti decidió juntar algunas de sus pasiones en este proyecto: la fotografía, el vino y también una larga charla entre amigos de toda la vida. Según narra en la web del proyecto: «Hay un dicho sobre el vino que le gusta mucho y es algo como esto "la primera copa de vino va sobre comida , la segunda copa es sobre el amor y la tercera copa se trata de caos». Asegura que tenía muchas ganas de comprobarlo en sus propias carnes y de ahí este proyecto.
Empezó como una broma. Pero quizá, como en otras ocasiones, las grandes ideas vienen en una charla entre amigos y un buen vino , según cuenta. Las primeras fotos se hicieron cuando los fotografiados empezaban a llegar al estudio. Venían de una intensa jornada de trabajo, un día a pleno estrés, sumado a los atascos típicos.
On peut dire qu'il a le vin subtil
— Guillaume A (@Gui_Billy) 8 de abril de 2016
(photographies respectivement après 0, 1, 2 et 3 verres).https://t.co/v5jqRkhvqf pic.twitter.com/f7ibCcXtWZ
A cada copa, una foto. Un primer plano con la pared de fondo. «Las personas procedían de distintas profesiones y campos artísticos: la música, el arte, la moda, la danza, la arquitectura, la publicidad. Se juntaron durante un par de noches y al final del tercer vaso varias sonrisas surgieron y muchas historias fueron contadas».
¿El resultado?
Las sonrisas se ensanchan y los peinados son cada vez más anárquicos. Y, por supuesto, las risas triunfan.
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