¿Más raro que un gato verde? Aquí tienes al oso azul

Cuando alguien quiere expresar lo excéntrica o peculiar que le parece otra persona, es frecuente que recurra a una expresión por todos conocida: «es más raro que un perro verde» . Mientras los perros de ese color no se conviertan en algo normal, esta típica locución mantendrá su vigencia. Pero el mundo animal nunca deja de sorprendernos, así que no podemos descartar que tarde o temprano quede obsoleta. Como prueba, este vídeo de YouTube que nos muestra un rarísimo hallazgo en los bosques de Canadá.

Tus ojos no te engañan. En efecto, lo que acabas de ver es un oso con cabeza azul. Las imágenes de vídeo, con el animal en pleno movimiento, dejan claro que no se trata de un reflejo ni de un efecto visual . Es un úrsido de gran tamaño paseando tranquilamente junto a una cría, probablemente en busca de alimentos. Conocemos este enigmático caso a través del blog Vancity Buzz , que recoge el testimonio de Alan Smith, el hombre que vio de cerca al extraño mamífero y que grabó las imágenes que han revolucionado Youtube.

«Una de las personas que me acompañaban señaló que puede ser el resultado de una trampa, o que tal vez el oso fue atacado con pintura azul por alguien», explica este fotógrafo, que grabó el vídeo cerca del lago Silvermere, en Canadá. Sin embargo, desde el Ministerio de Bosques del país norteamericano creen que el animal pudo meter la cabeza donde no debía , obteniendo de ese modo su particular 'tinte'.

«Los biólogos que han visto las imágenes de Youtube creen que lo más probable es que el oso mordiese un bote de pintura de spray o algo similar. Es normal que estos animales muerdan lo que encuentran en los contenedores», han explicado los portavoces de este organismo. Por otra parte, han declarado que no acudirán a asistir al oso, dado que su salud no parece afectada y la pintura acabará por desaparecer sin necesidad de ninguna intervención.

Sea como sea, el vídeo ha llamado la atención de miles de internautas en los pocos días que lleva colgado en la red. El caso de este oso nos recuerda al de un gato verde que asombró a la ciudad búlgara de Varna. En un primer momento se creyó que alguien con malas intenciones había teñido el cabello del animal, pero una pequeña investigación permitió descubrir que el felino había escogido como cama una lata de pintura en polvo. Por desgracia, parece que esta vez no podremos salir de dudas.