Casemiro, el fichaje que entró por la puerta de atrás

Había triunfado en el Sao Paulo muy joven. El Inter llegó a ofrecer 20 millones por el centrocampista brasileño en 2010. El chaval procedía de una familia humilde y vio llegar el dinero de golpe. No lo asimiló. Se perdió para el fútbol durante una época, engañado por gentes que buscaban su dinero. Walter Ribeiro, su apoderado, le dio una última oportunidad: venir al Castilla cedido, en enero de 2013, para rehacer su carrera. Casemiro dijo que volvería a ser el que fue. Se centró. Y recuperó su esencia. Mourinho le hizo debutar. Y el Oporto le hizo madurar la temporada pasada. Ancelotti se equivocó al dejarle marchar, porque le habría ayudado mucho en los momentos duros vividos en los meses de enero y febrero de la campaña anterior, cuando el Valencia y el Atlético derrotaron al Madrid en Liga y en Copa (los rojiblancos le eliminaron). El club recuperó al medio centro esta temporada. Y con Benitez se ha transformado en un titular sin sitio fijo. Marcos Llorente ve en Casemiro el ejemplo a seguir.

Vive un momento feliz tras años de dura progresión . El 20 de abril de 2013 debutó con el primer equipo en la victoria por 3-1 frente al Real Betis Balompié en el Estadio Santiago Bernabéu. El 10 de junio —tras finalizar su cesión en el filial— el Real Madrid hizo efectiva una opción de compra del contrato del jugador , seis millones de euros, recalando así en el primer equipo del club blanco para las siguientes cuatro temporadas. Jugó el 18 de agosto de 2013 de nuevo frente al Betis, curiosamente el equipo con el que debutó como jugador de la primera plantilla la temporada anterior.

Pero Ancelotti no confió en él. Perdía muchos balones, decía . El 19 de julio de 2014 se acordó la cesión por una temporada de Casemiro al Porto. Y allí se hizo imprescindible.

Esta temporada volvió a las filas del Real Madrid, que hizo oficial la renovación de su contrato hasta el 30 de junio de 2021 . Y está demostrando desde el primer partido que es un futbolista de máximo nivel.

Se ha hecho importante con Benítez . Las lesiones le han dado sitio como pivote y es el jefe del centro del campo. Entra duro. Se anticipa. Corta. Muerde. Presiona. Va bien por alto y por bajo, despeja balones y cabecea bien en ataque. Y lo mejor es que ya da buenos pases tanto en corto como en largo . Le falta mostrar ese disparo que su lejanía del área le impide enseñar.

El equipo le felicita porque aporta serenidad. Modric y Kroos pueden subir tranquilos porque el tanque brasileño no deja pasar a ninguno. Es el mejor fichaje para Benítez. Estaba en casa. Si Casemiro viniera ahora mismo de fuera y hubiera que pagarlo, costaría 40 millones. Se ha hecho con un hueco en la estrategia del conjunto. Es el freno de mano del Madrid. Aporta la agresividad y la dureza necesaria cuando hay que sacar los dientes.

Benítez tiene clara una postura: Casemiro jugará los partidos importantes. Impone respeto. Miedo. Y solo costó seis millones en 2013. Es el centrocampista revelación, el jugador sin renombre. Se lo gana paulatinamente en el club más difícil.