Benítez «ficha» a Sergio Ramos

Le gusta la cultura futbolística inglesa, que basa todo en el trabajo, y tiene asumido que en los clubes grandes hay que manejar bien los egos. Benítez está acostumbrado a afrontar vicisitudes en clubes como el Liverpool, el Inter, el Chelsea y el Nápoles. Cuando firmó por el Real Madrid sabía debería afrontar los litigios de Casillas y Ramos, que finaliza contrato en 2017 y puso un órdago a la grande al pedir diez millones anuales por su renovación. El nuevo entrenador habló mucho con Íker y supo inmediatamente que se iba al Oporto. Kiko Casilla ha sido fichado para suplir esa baja , a la espera de David de Gea . Ahora, el máximo responsable del Real Madrid debe atacar el segundo dilema: Ramos . Y lo ha hecho. Ha dialogado con él varias veces. La primera, nada más fichar como técnico. La segunda, en los primeros días de pretemporada en Valdebebas. Y fue rotundo. Le ha dicho que no solo es el primer capitán de la plantilla, sino que debe ejercer como el líder del Real Madrid. Dentro y fuera del campo. El técnico desea que renueve para que juegue con tranquilidad, concentrado, sin desviar su atención ante el futuro contrato.

El club ofreció al sevillano una última propuesta de 7,5 millones netos por campaña. Antes de iniciarse los entrenamientos, el futbolista argumentó a la entidad que escuchara ofertas, porque deseaba marcharse. Adujo que el Manchester United le ofrecía once millones anuales. Públicamente expuso que no había negociado con nadie. Pero e n su diálogo privado con José Ángel Sánchez, director general del Real Madrid, hablaron con claridad de la situación y de esa oferta. Ramos manifestó al director ejecutivo su enfado por el cartel de «pesetero» que se vislumbraba en el ambiente. Benítez ha abordado esta divergencia para reconducir la situación. Ha sido una de sus misiones principales. Y el defensa muestra una sonrisa en los entrenamientos que emite esperanzas.

«Creo que el presidente ha dicho que Sergio va a continuar aquí y, si es así, yo seré el hombre más feliz del mundo », manifestaba ayer el técnico. «El futuro lo veo con Ramos, es un pilar, un jugador fundamental por su calidad y su capacidad de liderazgo en el campo y en el vestuario», profundizaba el máximo responsable del equipo.

Benítez cuenta con el defensa, que es mucho más que un central. En sus charlas con el andaluz ha querido saber cómo se sentía por la situación de su porvenir. También le ha preguntado por su visión del equipo. El técnico valora que Ramos es realmente el director de juego desde atrás. El jefe que saca el balón jugado , unas veces con centros en corto a Kroos y Modric, otras con pases largos a James, Bale o Cristiano. Es el hombre que coloca la retaguardia, quien adelanta o retrasa la línea para marcar el fuera de juego.

El central tiene dos años más de contrato con el club blanco. Hay mucho tiempo por delante. Sin prisa, pero sin pausa, el Real Madrid le hará una nueva oferta de renovación, con una cifra cercana a los ocho millones netos por campaña, más bonus. José Ángel Sánchez tendió puentes , a pesar de las divergencias, en aquel diálogo en Valdebebas.

«Esto se soluciona con una charla a calzón quitado, mano a mano, entre el presidente y el jugador», auguran otros profesionales en el club. Así ha sucedido en ocasiones similares. Ahora, la situación es más complicada, porque las diferencias se han hecho públicas. Pero es hora de reunirse y aparcar antagonismos.

El Real Madrid tiene una postura clara: «Ramos no se vende». No aceptará ninguna oferta por él. Si no hubiera acuerdo de renovación, se marchará del Real Madrid en 2017, cuando tenga 31 años. Quedan dos años para negociar.