Real Madrid
Rafa Benítez, el apagafuegos
El nuevo técnico del Real Madrid tendrá que sofocar incendios como el de Casillas o Ramos que no le hacen bien al club
Dentro de exactamente quince días, el próximo viernes 10 de julio, la primera plantilla del Real Madrid está citada en la Ciudad Deportiva de Valdebebas para pasar los pertinentes exámenes médicos tras el mes de asueto y vestirse de corto por primera vez a las órdenes de Rafa Benítez, el nuevo entrenador del conjunto blanco desde el pasado tres de junio.
De momento, excepto los cara a cara que tuvo con Íker Casillas en la capital de España y con Bale en Gales , el técnico merengue sólo ha tenido una primera toma de contacto con los pesos pesados del vestuario vía telefónica. Para Benítez y su cuerpo técnico, suficiente hasta el inicio de la pretemporada dentro de un par de semanas . Posee información de primera mano y conoce al detalle los distintos pros y contras que se va a encontrar y ahí es dónde precisamente tendrá que ponerse Benítez el traje de bombero.
El exentrenador del Nápoles tiene la hoja de ruta aprendida de memoria: tendrá que sacar su lado más conciliador para apagar unos cuantos incendios que urge sofocar cuanto antes con el objetivo de lograr la mejor convivencia posible, la primera piedra de cualquier proyecto que quiere alcanzar la excelencia: «Lo primero que he hecho ha sido escuchar a los jugadores, saber lo que ha ido bien o mal el año pasado, sus sensaciones , lo que según sus opiniones se podría mejorar y lo que les gustaría que se hiciese. Lo mismo he hecho con todos los técnicos y profesionales del club y, con toda esa información, una vez juntos decidiremos lo mejor para el equipo y para cada uno de ellos. He visto en todos una disposición muy buena y les hemos transmitido que tendrán a todos los técnicos atentos a cualquier cosa que necesiten», aseguró Benítez esta semana.
Niega imposiciones
El nuevo inquilino del banquillo del Bernabéu llega en son de paz y con la mente abierta. La única meta es el bien colectivo: «Ningún jugador ha exigido jugar aquí o allá, entre otras cosas porque aún hemos de decidir el sistema más adecuado para tratar de aprovechar al máximo el potencial de cada uno . Ellos tienen que estar a gusto en el campo para darnos lo mejor de sí mismos».
Benítez tiene claro que ponerse una venda en los ojos sería pegarse un tiro en el pie. Sus muchos años de experiencia le dicen que los problemas se atajan de cara y desde el primer día se remangará la camisa. Casillas, Ramos, Odegaard y los cedidos (Casemiro y Cheryshev) , y la controvertida relación cuerpo médico-jugadores son los principales incendios que debe apagar el «bombero» Benítez, pero no son los únicos.
Cristiano y Bale afrontan una nueva temporada en el Madrid con ganas de revancha. Son dos ganadores y otro año en blanco no se les pasa por la cabeza. Ambos podrían cambiar de ubicación con Benítez: el luso sería el nueve y el galés el once . Eso sí, siempre que portugués y galés den su visto bueno. El técnico blanco quiere consensuar con ellos su posición en el campo. No le conviene tener a sus dos estrellas a disgusto.
Isco e s otra de los futbolistas top que pasará por el diván de Rafa. Eso de ser el eterno jugador número doce no le convence . Como tampoco jugar de interior. Prefiere ejercer de mediapunta, como hizo durante sus dos años en el Málaga. Con Benítez, dicha demarcación volverá al esquema del Madrid.
Jesé e Illarra también quieren respuestas . Ninguno desea repetir su anecdótico papel de la pasada campaña. Si Benítez no les promete oportunidades y minutos, pedirán la cesión o la venta. Su progresión está en juego.
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