David de Gea, perseguido

Ser aspirante a fichar por el club más importante del mundo tiene un precio. Elegido como el mejor jugador del Manchester United esta temporada, David de Gea soporta en su vida privada la tensión de su posible traspaso por el Real Madrid, que ya tiene a Benítez trabajando en Valdebebas.

El guardameta madrileño, ligado a la localidad toledana de Illescas, es perseguido diariamente por los fotógrafos hasta la puerta de su casa. Los redactores gráficos deportivos y especialmente del papel rosa, ingleses y españoles, se han convertido en sus vigilantes jurados gratuitos, delante de su casa, día y noche.

Ser pareja de Edurne añade la cuota del corazón que remata esta situación. Y la incógnita de su salto al Real Madrid aporta el morbo futbolístico necesario para ser atracción de todo el mundo.

De Gea lo soporta con resignación. Elogiado por Sergio Ramos , ayer se incorporó a los entrenamientos de la selección española, pero por la noche regresó a casa y revivió su situación de toque de queda obligado y gratuito.

Hoy vuelve a trabajar con Del Bosque en Las Rozas. Lo hará hasta el viernes. Dormirá todos los días en casa. El fin de semana lo tendrá libre. Y el lunes volverá a entrenarse con España. El martes próximo viajará a León, para medirse a Costa Rica. Y no sabe si los fotógrafos continuarán delante de casa, salvo que Edurne acuda a ver el partido allí.

La duda de su futuro impide a Benítez tomar decisiones ahora mismo para definir quiénes serán los dos guardametas de la próxima temporada. De momento lo son Casillas y Keylor. La situación se encuentra en «stand by».

El equipo inglés, apoyado en la ausencia de cláusula de rescisión en la Premier, amenaza con una batalla dura y solicita 35 millones. El Real Madrid ofrece un máximo de 25. El pulso se puede extender en el tiempo. Y el nuevo responsable del conjunto blanco, atado de manos ante una realidad que puede convertirse en la telenovela del verano, tiene una postura muy clara: si viene David de Gea, explicará a Casillas y Navas que reflexionen si es conveniente quedarse como segundo portero o marcharse. Si el capitán desea continuar, como ha manifestado hasta ahora, se aconsejará a Keylor que admita una cesión por un año. Hay propuestas de Inglaterra y de España. Una cosa es clara: «Tres son multitud». Sobra uno. Y debe decidirse antes del 1 de agosto.