Cristiano toma la responsabilidad

El Real Madrid se encomienda a Cristiano ante las dos finales que disputa en cinco días de tensión en el Bernabéu. Esta noche se juega la Liga frente al Valencia. El miércoles pone en liza su futuro en la Champions ante el conjunto juventino. Y el equipo depende más que nunca de su estrella. Ancelotti es consciente de ello. Por eso mima al número siete.

Si el conjunto blanco decía con razón que en su esquema había menos dependencia de Ronaldo que en el Barcelona de Messi, ahora las tornas se han equilibrado. El portugués asume que el sistema está a rebufo de su nivel. Si marca o concede asistencias magistrales, decisivas, el Madrid funciona o saca resultados esperanzadores. Si el luso no rinde en su escala mínima, el cuadro de Ancelotti lo acusa en demasía. El club más valioso económicamente del mundo necesita títulos y Ronaldo es su máximo valedor.

El Balón de Oro fue determinante frente al Celta en Vigo, donde no anotó y dio dos pases letales para que el Madrid venciera 2-4 y mantuviera sus opciones ligueras. En Sevilla jugó de delantero centro y firmó los tres tantos del 2-3. Y en Turín protagonizó la diana del 2-1 que mantiene vivo al equipo madrileño en Europa.

Ahora, Ronaldo ha cogido ese testigo con personalidad. No le pesa. Está fuerte mentalmente. Es el líder del plantel, el futbolista que más cobra y debe ponerse al frente de la manifestación blanca. Se siente con fe para marcar las diferencia ante el Valencia y la Juventus. Ha recuperado ese instinto mortal del goleador.