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Modric llora, Ancelotti mantiene viva la moral
El croata y Bale se fueron del Bernabéu con muletas. Su técnico afirma que, juegue quien juegue, las semifinales están en su mano
El optimismo de Ancelotti es la mejor terapia para la casa blanca. Cuando todo el universo madridista se lamentaba con resignación derrotista de las graves lesiones de Modric y Bale , el entrenador manifestaba que todavía falta conocer el resultado de las pruebas médicas y que él no ha descartado a nadie para el encuentro de Champions frente al Atlético. Su remate era que abordará el partido de Copa de Europa con los jugadores que tenga sin mirar hacia atrás ni pensar en lo que pudo ser y no fue.
Los pronósticos no son buenos para los dos puntales del Real Madrid. El galés sufre una lesión muscular en los gemelos de la pierna izquierda. En el sóleo. La hinchazón impedía hacer pruebas radiológicas para saber si había rotura o no, pero ver sentado en el césped a Bale, sin moverse, era mal presagio. Los británicos nunca exageran. Y sus palabras al doctor del equipo no eran bonitas de escuchar: «Me he roto». Hoy será sometido a esas pruebas para detallar el alcance de su dolencia.
Su mejor amigo en las plantilla, Modric, tenía también un feo diagnóstico, no confirmado: esguince de ligamento lateral interno de la rodilla derecha . Hoy acudirá igualmente a la clínica para precisar con radiografías si su dolencia es tan grave.
Bale se rompió solo, a los dos minutos del encuentro. El galés se trató durante la noche con los fisioterapeutas y no dejó de tener hielo en el resto de horas ante la esperanza de eludir hoy, con radiografías, una rotura que le permita soñar en el milagro de jugar frente al Atlético. Es la única opción que le queda.
El caso de Modric es más problemático. El dolor al final del partido, cuando pidió que le llevaran en camilla, anunciaba un mal pronóstico. El croata se quejaba de la rodilla diestra tras un brusco choque con Recio, pasado de revoluciones.
Los dos futbolistas se marcharon del Bernabéu con muletas. No podían apoyar sus piernas lesionadas. El Real Madrid estaba enfadado con la dureza empleada por los futbolistas del Málaga, que no fue atajada por el árbitro, Bikandi Garrido.
Modric lloró durante una hora larga en el vestuario. Lágrimas que desvelaban que conocía la gravedad de su lesión y lo que se perdía. Similares sensaciones vivía Bale. Las dos lesiones pueden dejar al Real Madrid sin dos hombres clave en la fase decisiva de la temporada. El club se juega la Champions el miércoles y, si supera al Atlético, el croata y el galés también tendrán difícil jugar los encuentros de semifinales, los días 5 y 12 de mayo. Bale podría llegar si no hubiera dolencia grave. Modric lo tiene casi imposible.
Ancelotti, siempre positivo, como le gustan a Van Gaal, adujo que aún no ha pensado en hacer un equipo sin ellos. Sonaba más a mensaje estratégico interno que a un sentimiento real. El italiano no quería mencionar ni una palabra que demostara debilidad ante la afición y que sirviera de alimento psicológico para el contrario. Ni un ápice de resignación, fe en los jugadores del Real Madrid, sean los que sean. Tipo listo este «Carlo».
Cristiano anotó su gol 39 en Liga, el 50 de la temporada, el 302 en la historia del club. Ancelotti le exige al Balón de Oro que haga historia el miércoles. «Juegue quien juegue el miércoles, tenemos en nuestra mano, en casa, pasar a semifinales».
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