real madrid
«No podemos fallar»
El vestuario blanco se reafirma en su deseo de clasificarse jugando con esta calidad, pero el resultado les obliga a hacerlo todo bien
Casillas puso el tiro en la diana blanca: «Merecimos más en este partido. Ahora debemos ganar en casa para pasar la eliminatoria». Butragueño era sincero: «Hemos desaprovechado una gran oportunidad». Y el vestuario clamaba su mensaje de vuelta: «No podemos fallar». La frase era una misiva interna de optimismo y una verdad acuciante. Si el Real Madrid comete un error, caerá eliminado. Gareth Bale y Karim Benzema fallaron dos goles cantados en el Calderón. No pueden repetirlo si quieren continuar en la Champions.
Sin Marcelo, sancionado para el duelo del día 22, los blancos perderán un extremo izquierdo. Y deberán jugarle al Atlético con un ataque sin riesgo. La sensación del entrenador del Real Madrid es que su equipo no había sabido aniquilar al rival. Sus hombres atacaron en busca de la victoria, no especularon, e intentaron marcar para romper el factor casa a favor suyo. No lo consiguió, y el factor campo juega ahora a favor del Atlético, pues un gol vale por dos. El italiano se quedó preocupado. La experiencia le ha hecho odiar los empates sin goles. Anceloti lo dijo con crudeza: «El cero a cero es el mejor de los peores resultados». Sabe que ante rivales que esperan, el miedo estará siempre en las botas peligrosas del Atlético aunque el Real Madrid domine, porque un gol ropjiblanco en el Bernabéu vale por dos.
El responsable del Real Madrid se dispone a diseccionar un duelo de vuelta duro, con la misma esencia de su estilo ofensivo: «Soy optimista. Pienso que si continuamos jugando como lo hicimos en el primer tiempo, con dominio y ocasiones, terminaremos haciendo gol».
No criticó la falta de instinto asesino de Bale en la primera oportunidad, ni los fallos de Benzema en otras dos ocasiones, una rematada fuera y otra desperdiciada al dar un pase a Cristiano: «Hay que felicitar a Oblak en el tiro de Bale. No se tiró, se mantuvo de pie. Y realizó otras buenas paradas». No profundizó más en las opciones erradas. Eso lo hablará a solas en el vestuario. En su fuero interno meditaba que había dejado escapar vivo al conjunto de Simeone. Pero en la caseta blanca se hablaba del tacón a la nada de Benzema cuando se quedaba solo ante Oblak.
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