Jesé se pone las pilas

Ancelotti sufrió la misma lesión de Jesé en su época de centrocampista. Estuvo un año sin rendir de nuevo al nivel anterior. Soportó un vía crucis que ahora observa en el canario. Por eso le intenta conceder minutos cuando puede. Y el jugador trabaja para responderle con un duro trabajo de puesta a punto con el fin de ser importante en el tramo final de la termporada.

La crisis de resultados del Real Madrid, con el fiasco copero y los fallos ante el Villarreal y el Atlético, le han impedido darle más partidos y más tiempo. El delantero regresó al equipo en diciembre, en Copa, frente al Cornellá. Y al cabo de unos meses no ha aportado todavía su calidad ofensiva. Unos energúmenos quisieron pegarle tras la derrota del Camp Nou. Como si fuera el culpable. Necesita tiempo.

Dos goles, uno frente al Sevilla en Liga, es el bagaje de Jesé desde que se reintegró a la competición. Solo ha sumado, es verdad, 393 minutos, repartidos en 16 partidos. No ha disfrutado de continuidad alguna. Solo ha podido protagonizar siete disparos en ese tiempo. Solo le hicieron cinco faltas. Pero no se ha ganado jugar más. No ha ofrecido el regate, los pases de tiralíneas ni las jugadas que le hicieron diferente hace un año.

El canario se ha sometido esta semana a un duro trabajo físico, que continuará a partir del lunes, para alcanzar su mejor forma ante la fase determinante de la temporada. Será un total de diez días, de los que ya ha cumplido la mitad, para alcanzar la punta de velocidad que definía su fútbol.

Quiere entrar más en el juego del conjunto. Los encuentros frente al Granada, el Rayo, el Éibar y el Málaga, junto al doble duelo con el Atlético en Europa, deben permitirle tener más ámbito de acción. Quiere demostrar en esos partidos que puede volver a ser importante. Son su penúltima oportunidad para ganarse su continuidad en el Real Madrid. De no dar un salto adelante, será cedido la próxima temporada.