Cristiano recapacita

No puede continuar así. Enojado en el campo. Llega el partido decisivo de la Liga, el clásico, y el Real Madrid necesita la mejor versión del Balón de Oro. Y de todos sus jugadores. Desde hace tiempo quiere centrarse en los asunto positivos y olvidar los negativos. Sabe que esa es le mejor terapia personal para rendir. Los pitos de la afición es una cuestión que no podía digerir. Y las críticas de burla a su fiesta era un segundo capítulo que siempre tenía en mente. Pero así no puede jugar bien. Ha reflexionado durante tres días. El martes, día de asueto, pensó con mucha serenidad. y ha reaccionado. Debe ser de nuevo decisivo. El Madrid le necesita. El domingo, más que nunca, con su duelo frente a Messi por el título de Liga.

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En el entrenamiento del miércoles, el cuadro técnico vislumbró un hecho que se confirmó después en la mariscada organizada por Ancelotti con la plantilla: «Cristiano ha vuelto». En todos los sentidos. Realizó una sesión de remates excelente. Y sacó el nervio que le ha definido siempre. Sus compañeros más cercanos lo corroboraron en la comida.

Enfadado en pleno partido frente al Levante , lo mismo que sucedió frente al Schalke, el portugués ha recapacitado durante estos días. Las personas que trabajan a su lado tienen la misión de hacerle superar los hechos negativos (los silbidos, la repercusión de su cumpleaños) y centrarle en volver a sacar lo mejor de sí mismo: su remate, su velocidad y una asunción positiva de cada partido. Algo ha cambiado. Lo ha asimilado.

Los técnicos lo comentan en Valdebebas. En estos dos últimos entrenamientos se ha mostrado muy contento y con la agresividad goleadora que define su carrera. «Está centrado en el partido del domingo». Así ha sido siempre el portugués. Obsesionado con cada encuentro. Todo el mundo centrará sus miradas en el clásico para verle jugar. Las comparaciones con Messi serán el aliciente de la polémica externa. Quiere mostrar su nivel.

Su separación de Irina Shayk ha sido un tercer capítulo que se ha sumado a su situación deportiva para consolidar una crisis que ahora intenta vencer. El clásico es el examen más difícil, pero también es el más importante.