Ancelotti: «Así no iremos muy lejos»

Casillas persiguiendo a la carrera a varios de sus compañeros, entre ellos Cristiano Ronaldo (que anunció por sorpresa que no piensa hablar hasta el final de temporada), exigiéndole que se dirigiera al centro del campo junto al resto del equipo para aguantar una pitada (acompañada de algunos pañuelos) histórica. El luso, a regañadientes, hizo caso a Íker, pero a medias: a la hora de agradecer al público su presencia declinó aplaudir y se marchó al vestuario cabizbajo, con cara de muy pocos amigos y tomándola con un cámara de televisión. Ya en la celebración de su primer tanto se mostró muy enrabietado con la hinchada, que pitó al portugués cuando su nombre sonó por megafonía. La imagen hablaba por sí sola. El jugador franquicia y el capitán del Real Madrid tomando caminos totalmente opuestos en el peor momento del conjunto blanco de toda la era Ancelotti. No es solo un problema de fútbol, también es de actitud. En solo dos meses y medio, el mejor equipo del mundo ha pasado de la cima a la sima. Ante el Schalke se tocó fondo : «Lo siento mucho. Todo el mundo ha visto que hemos jugado muy mal. Así no iremos muy lejos. Es incomprensible teniendo en cuenta lo que hizo este equipo hasta diciembre. Este partido no es bueno para la imagen del club. Los pitos son totalmente merecidos y espero que sirvan como motivación para el futuro», aseguró Ancelotti tras el partido.

El técnico italiano, alicaído tras los noventa minutos más desastrosos del Real Madrid desde que él es entrenador, confesó que no encuentra explicación a lo que le está sucediendo a su equipo pero siguió insistiendo en su discurso de «total confianza» en su plantilla: «No hemos hecho el ridículo. Sencillamente hemos jugado un muy mal partido y nada nos ha salido como pensábamos. Es cierto que podía haber pasado de todo, pero no me he visto en ningún momento eliminado. Sigo confiando en estos jugadores. La llave para solucionar este mal momento la tenemos nosotros».

La única noticia positiva del encuentro fue la reaparición de Luka Modric, tras tres meses y medio lesionado. En el croata fundamenta el madridismo el resurgir del equipo. Eso sí, Ancelotti pide paciencia: «Le he visto bastante cómodo. Estoy seguro que nos va a dar más control del balón y una posesión más eficaz, pero ahora no debemos exigirle mucho porque lleva casi cuatro meses sin jugar y tenemos que ir poco a poco con él. Su regreso, como el de Sergio Ramos, va a ayudar bastante a que mejoremos».

En la misma línea se manifestó el croata, que mostró su felicidad por verse de nuevo de corto en partido oficial pero que pidió cautela a la afición: «Fue muy duro pero gracias a Dios estoy de vuelta. Estoy tan contento y emocionado como cuando fiche por el Madrid, aunque está claro que un solo futbolista no puede arreglar todo. Ahora tenemos que estar juntos y ser más solidarios que nunca. Tenemos que cambiar el chip ya. Somos los mismos que antes jugábamos tan bien».

También Casillas, mal en los dos primeros goles del Schalke, al cometer dos errores impropios de la élite, reconoció la grave crisis del equipo: «Hemos tocado fondo y ahora tenemos que sacar fuerzas de donde no hay . Está claro que no estamos en un buen momento, pero podemos cambiar esto. Estamos en cuartos de final de la Champions y a un solo punto del Barcelona en Liga. La situación no es tan dramática».