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Referéndum en el Bernabéu
La Champions examina al Madrid y su técnico, que se juegan su futuro ante el Schalke y el Levante. «No se puede repetir lo de Villarreal»
Ironías del destino. La Copa de Europa, la competición que el Real Madrid hizo grande desde 1955, juzga al campeón de la Undécima en su momento crítico de la temporada. La charla de Ancelotti con sus hombres, cruda constructiva, directa , es la demostración de una búsqueda del punto de inflexión que aún no ha llegado. El coliseo del Bernabéu será un plebiscito del pueblo blanco. Pulgar arriba o pulgar abajo para la plantilla y su entrenador, que se juega su futuro en su estadio en dos partidos frente al Schalke y el Levante, preludio del juicio en el tribunal más agresivo para el madridismo, el Camp Nou.
El entrenador italiano manifiesta que Florentino Pérez le ha llamado todos los días» para darle «ánimo y apoyo». Los dirigentes del club esperan que el italiano acabe con las dudas que rodean al equipo y sepa encontrar las soluciones técnicas que expone: «No es un problema físico, es un problema de velocidad en el juego del centro del campo. La circulación de balón y los pases son lentos para los delanteros, que ahora tienen mayor dificultad para marcar goles». Menos mal que recupera ya a Modric y Ramos .
El técnico asume que debe solventar el dilema, porque sí no lo consigue será él y solo él quien pague las consecuencias. « Ya sé que el entrenador es el único responsable en la derrota . Y lo asumo. Lo soy. Y que mi aportación es nada, cero, en la victoria». Dijo con humor una verdad muy seria.
Los futbolistas saben lo que se juegan. Han analizado con tranquilidad que el público del Bernabéu en Champions no es crítico, proviene mayoritariamente de otras provincias y del extranjero, es incondicional, y no esperan un recibimiento desagradable. Una verdad que no les ha impedido realizar autocrítica y advertir que no pueden repetir los primeros tiempos que jugaron, es un decir, frente al Villarreal y el Athletic. Porque los pitidos surgirán de la grada si el fútbol del equipo vuelve a decepcionar y la afición se cansa. No quieren permitir que el desencanto se apodere del madridismo. «Hay que ganárselo de nuevo», decía ayer un profesional del club.
La reunión de vestuario ha marcado unas cuantas equis: «Hay que dar un paso al frente. No podemos repetir el mal día (como lo definió Carvajal) de Villarreal. Hay que salir a toda mecha desde el primer minuto». La arenga comenzada por Pepe ha sido apoyada por el plantel.
«Hay que invertir la situación», señalaba un integrante del cuerpo técnico. «Recuperar las sensaciones y la confianza». La pretemporada de cinco semanas, realizada con la velocidad y la potencia como objetivos, no ha dado todavía resultados. Los futbolistas no han demostrado tener esa punta de rapidez buscada. Quieren sentir que van hacia arriba y no lo consiguen.
Hace un año, en marzo, el Madrid comenzó la progresión que le permitió eliminar a Schalke, Dortmund y Bayern, camino de la Undécima. Hoy no vive esa exaltación. Son esas sensaciones las que desea revivir la plantilla. Los directivos se encuentran expectantes ante la evolución del equipo. El Camp Nou será un examen importante. Ancelotti afirma que no será decisivo. «Queda mucha Liga». Y ahora recupera a Modric, Khedira y Ramos. Vuelven dos titulares fijos. No confía en el banquillo.
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