Cristiano, 290 goles, a 18 de Di Stéfano, a 33 de Raúl

El reto no es fácil. Cristiano se marca objetivos a corto plazo para rendir a largo plazo. Su secreto es señalarse metas concretas para alimentar la ambición tras dieciséis años de fútbol al máximo nivel, desde que fichó por el Sporting de Lisboa siendo un juvenil. El número uno del mundo se ha marcado en su diana cazar a Di Stéfano, segundo artillero histórico, que logró 308 goles en el club. El portugués alcanzó ayer los 290. Se encuentra a 18 de distancia. El siguiente objetivo será superar los 323 de Raúl, récord de la entidad.

Criticado durante el primer mes y medio del año 2015 por su flojo rendimiento, que propició la eliminación de Copa del Madrid y la derrota liguera en el Calderón (7 de febrero), el portugués ha resurgido en las dos últimas semanas. Ha sido decisivo en Gelsenkirchen y en Elche, dos partidos a domicilios complicados que definirían el futuro del Madrid tras la debacle del Calderón.

El líder de la Liga aprobó el primer examen con su corta victoria sobre el Deportivo, 2-0, tras una semana de tensión por el desastre del derbi y las fiestas de cumpleaños posteriores de Ronaldo y de Casillas, una pública y otra discreta. Era el preludio del gran examen: el retorno de la Champions. Y allí surgió Cristiano para demostrar su liderazgo. Marcó un gol de cabeza ante el Schalke y dio el segundo a Marcelo.

Anoche, en Elche, reeditó esa eficiencia. Creó la jugada que Benzema tradujo en el 0-1. Y cabeceó el 0-2 para consolidar el liderato del Madrid en la Liga con cuatro puntos de margen sobre el Barcelona y siete ante el Atlético. Ha vuelto. Nunca se fue, dice Ancelotti.