Cónclave en el Real Madrid

Illarramendi protagonizó el único disparo a portería del Real Madrid en un derbi que se consideraba fundamental para decidir media Liga. El dato explica el partido del líder en el Calderón. Cristiano Ronaldo , Bale y Benzema deambularon por el césped. Khedira corría como pollo sin cabeza. Nacho y Varane se vieron superados por Griezmann y Mandzukic. Y Casillas redondeó una noche negra de todo el equipo. El club está disgustado con la imagen ofrecida. Exige explicaciones a Carlo Ancelotti . Y el entrenador se las ha pedido a sus futbolistas. Está desencantado con ellos. No entiende su carencia de compromiso. No comprende que no reaccionaran con vergüenza torera para arriesgar tras el 2-0 y perder, en todo caso, con dignidad deportiva. Por eso les ha criticado públicamente por primera vez en veinte meses de trabajo. Solo Kroos e Isco quisieron y no pudieron.

Ya les criticó en el vestuario del Calderón antes de hacerlo ante la prensa. Los futbolistas estaban advertidos de lo que iba a decir. Y les pidió por anticipado un cambio de actitud, una revolución similar a la que realizaron tras la derrota por 4-2 en Anoeta. Ancelotti asegura que sus pupilos se han puesto alerta: «Los jugadores lo han entendido muy bien». Hoy se reunirá con ellos en el primer entrenamiento de la semana y ambas partes hablarán a tumba abierta, porque hay algo que enterrar: la nefasta imagen ofrecida en el derbi.

El responsable del Real Madrid les dirá con crudeza que está decepcionado con ellos. Nunca ha perdido un partido con esta apatía. Pedirá a sus hombres que expresen su opinión de lo ocurrido. Que nadie se quede sin ganas de decir algo. Ya ha recibido algunas respuestas previas a la cumbre. Varios integrantes de la plantilla concuerdan en una posición: «Si parecía que faltó actitud no fue porque no tuviéramos ganas, sino porque en general no estamos todos en nuestro mejor momento físico».

Un futbolista importante era más conciso: «Nos falta la chispa de hace unos meses, esa punta de velocidad que teníamos y que nos ha definido durante muchos meses. Iremos para arriba, pero aún nos falta un poco». Cristiano ha sido más profundo: «El equipo no está fresco, ni física ni mentalmente». Los líderes del plantel subrayan que ese es el quid de la cuestión. La saturación de minutos se acusa en los titulares más importantes. Kroos es quien más ha jugado y siempre quiere darlo todo, pero lo nota. Ramos ya ha pagado esa acumulación de encuentros. Cristiano, Benzema, Isco, Bale y Marcelo también superan, en febrero, los dos mil minutos de competición.

Ancelotti admite la contestación mayoritaria, pero no es suficiente. En el Calderón hubo otras muchas carencias. No se vio voluntad, carácter ni personalidad del equipo. Bajó los brazos muy pronto. Se dio por derrotado y admitió la situación sin luchar. No dieron la talla Cristiano, Bale, Benzema, Khedira, Casillas y Varane. Otros hombres, como Nacho, no podían hacer más.

El responsable de la plantilla exige las razones de esa derrota mental, además de la física. No hubo espíritu ni ambición de victoria. En el ambiente de enfado general, en el estadio Alfredo Di Stéfano debutó Martin Odegaard y los socios más veteranos pidieron que el italiano convoque ya al noruego.