Pepe desea renovar, Ramos pide más (dinero)

El Real Madrid se juega su prestigio en el césped cada tres días mientras sus dirigentes definen la plantilla con un campo de cinco años. Odegaard y Lucas Silva son los ejemplos recientes. En las dos últimas temporadas, los responsables del club se han centrado especialmente en los futbolistas decisivos, ofensivos, de creación. El club renovó los contratos de Cristiano Ronaldo , Benzema y Modric, para contratar a Bale, James, Isco, Carvajal e Illarra. Con los laterales bien cubiertos por partida doble (Marcelo-Coentrao, Arbeloa-Carvajal), los responsables han emprendido esta temporada la «operación centrales». Comenzaron con Nacho, que rubricó su continuidad hasta 20121. Siguieron con Varane, que firmó hasta 2020 cuando muchos aseguraban que estaba descontento por su reserva y deseaba irse. El club aborda ahora el órdago a la grande, el porvenir de sus titulares, Pepe y Ramos.

El portugués desea renovar. Finaliza contrato en 2016 y solo espera que el club reconozca aún más su rendimiento. La negociación con el sevillano es más dura. El futbolista se encuentra en plena estrategia de pretensiones y ha pedido cobrar como Bale, diez millones anuales. «Sergio seguirá aquí. Es jugador de una sola camiseta, como Íker», indica Ancelotti. El Real Madrid está tranquilo. Quedan dos años para alcanzar un acuerdo. Y están condenados a entenderse.

Todos, entidad, dirigentes, y técnicos, anhelan que ambos baluartes «se retiren en el Madrid». Pepe y Ramos juegan juntos desde hace ocho años, cuando el portugués llegó en julio de 2007, procedente del Oporto. Pronto formaron un dúo muy compenetrado. El Madrid siempre proyecta su equipo a largo plazo y ambos fueron renovados a la vez, el 12 de julio de 2011, en el anterior «planning» de futuro. El luso firmó hasta 2016. El español, hasta 2017. Ahora, la casa blanca acomete el nuevo reto: que los dos mejores defensas centrales del planeta se retiren aquí. Le gustaría repetir jugada y anunciar ambos convenios este verano. Es posible que se produzca. Pero ahora mismo las situaciones de ambos son diferentes.

Pepe Klaverán Lima cumple 32 años el 26 de febrero y su deseo es renovar por el club que le ha permitido alcanzar las más altas cotas. Su rendimiento ha sido magnífico, ensombrecido por el capítulo con Casquero y por sus enfrentamientos con el Barcelona de Guardiola. Superados aquellos conflictos, ha triunfado. Ahora anhela que el equipo de su vida valore aún más su regularidad con un contrato fin de carrera. Le gustaría firmar hasta 2018.

El presidente le convenció para que no se fuera al Manchester City en 2013, tras ser suplente con Mourinho. El jugador se lo agradeció. «Es más madridista que nadie», señala el club. Siente los colores. Debe quedarse.

Ramos también debe quedarse, aunque su caso es más complejo. Cumple 29 años el 30 de marzo, está fichado hasta 2017 y el Madrid aborda la negociación sin prisa, pero sin pausa.

No hubo acuerdo en la última negociación. El andaluz opina que se ha ganado ser pagado como un jugador de máximo nivel. Ha marcado goles decisivos, como en la final de la Champions. Pero ultimamente ha fallado en los dos partidos frente al Atlético. «No creo que el tema de la renovación le afecte», declara su entrenador. «Es un jugador imprescindible». El Madrid no le ofrece los diez millones que pide, pero le otorga una ficha hasta 2020, cuando tendrá 34 años, para jubilarse «en su casa». Ambas partes esperan llegar a un acuerdo. Están condenados, sí, a entenderse.