El Madrid vive un descenso físico que espera superar «en dos semanas»

El Real Madrid ganó cinco Copas de Europa consecutivas entre 1955 y 1960 y la trascendencia mundial de aquellos éxitos ha marcado la vida del club para siempre. Desde entonces, la planificación de la preparación de sus plantillas se ha basado en los periodos de la competición continental. Ahora, como entonces, como hace un año cuando se ganó la Décima, el trabajo es similar. Se generan dos olas ascendentes de máxima explosión física, que concuerdan con la fase previa de la Champions, de octubre a diciembre, y con el comienzo de los octavos de final, desde febrero a mayo. En medio, en Navidad y el mes de enero, hay un bajón de las prestaciones para volver a adquirir la punta de forma. En ese purgatorio deambula hoy el Madrid .

El equipo suele comenzar mal las temporadas. «Es nuestro sino», reconocen en el club. Le pasó a Mourinho y le ha ocurrido a Ancelotti, que perdió frente a la Real Sociedad y el Atlético en las primeras jornadas ligueras. Es a mediados de septiembre cuando comienza el ascenso de las prestaciones físicas del plantel, que adquiere el ciento por ciento de forma en octubre, cuando suele medirse al Barcelona, e intenta mantenerlo hasta diciembre, con el fin de abarcar toda la fase clasificatoria de la Liga de Campeones.

Es lo que ha hecho el Real Madrid. Tras el descalabro del 0-1 frente al Atlético, el 13 de septiembre, obtuvo veintidós victorias consecutivas, plusmarca del fútbol español. El Mundial de Clubes exigió a los jugadores extender su máximo nivel hasta el 20 de diciembre, cuando ya se notaba que faltaba gasolina. Por ejemplo, el día 12 del mes pasado, en Almería, al detener Casillas un penalti que habría supuesto el 2-2. Luego, el contragolpe blanco generó un 1-4 que era real, pero no objetivo. Ahora, la plantilla acusa una ola descendente de sus prestaciones. «No se puede estar siempre al cien por cien», advierte cristiano. Se nota en el rendimiento de Pepe, de Ramos, de Bale, de Benzema y del portugués, cinco baluartes de Ancelotti.

El mejor futbolista del mundo acumula 2.431 minutos de juego, solo superado por los 2.472 de Kroos. El alemán también acusa el desgaste, acostumbrado a descansar en la hibernación futbolística de su país, pero posee la virtud de superar los problemas con sus pases precisos.

Los hechos, como el algodón, no engañan. Los enfrentamientos ante dos buenos rivales, el Valencia y el Atlético, han dejado en evidencia el descenso físico del campeón de Europa. Una carencia de forma que ha puesto de nuevo en la diana la falta de concentración defensiva en las acciones a balón parado. En el club se hace autocrítica y no ha gustado el rendimiento del equipo en el Calderón (2-0), donde «faltó intensidad», y estos fallos defensivos en Mestalla y en el doble enfrentamiento con el Atlético.

«La eliminación solo tiene un dato positivo: podremos preparar mejor los próximos partidos de Liga y la Copa de Europa». Ancelotti cuenta con tiempo para obtener de nuevo la forma física idónea: «Hay que recuperar la velocidad punta, la chispa». Cristiano ha desvelado ese futuro inmediato: «En quince días estaré otra vez a tope». El primer gran objetivo del líder está marcado. «El 7 de febrero en el Calderón». Es la meta que se ha impuesto Pepe, lesionado en las costillas. La segunda fecha marcada es el 17 de febrero, Gelsenkirchen, frente al Schalke.