liga Bbva | Málaga-Real madrid
El Madrid de Ancelotti reescribe la historia
El conjunto blanco ganó en Málaga (1-2) y sumó su decimosexta victoria consecutiva, récord del club de todos los tiempos. Marcaron Benzema, Bale y Santa Cruz
«El Barça son endecasílabos y el Madrid es verso libre». No recuerdo exactamente cuándo, pero sí que se dijo en el cenit del crudo enfrentamiento entre el Barça de Guardiola y el Madrid de Mourinho. La aseveración es del famoso novelista español Luis Landero y no es sospechosa: es madridista hasta la médula, pero no se le caían los anillos por reconocer el buen gusto futbolístico azulgrana contra el contragolpe merengue... y nada más. Hoy, simplemente con cambiar el orden de los factores, se describe en pocas palabras el por qué del cambio de ciclo que ha traído Ancelotti al fútbol español y europeo. Ante el Málaga, el italiano logró lo que nunca antes había conseguido ningún otro entrenador en la historia del mejor equipo del mundo: sumar 16 victorias consecutivas. Con este galáctico registro, los quince triunfos de Miguel Muñoz de la temporada 60-61 y de Mourinho en la 2011-12, bajan un peldaño en la escalera de récords de la entidad. Cantidad más calidad, el matrimonio diez.
(Narración y estadísticas del Málaga-Real Madrid)
El partido lo abrió pasado el cuarto de hora Benzema. Cristiano, aún con el recuerdo fresco de su tanto en Basilea, en el que Karim de fabricó una jugada «deluxe» por la izquierda para ponerle en bandeja el tanto al luso, le devolvió el favor en La Rosaleda. Uno de esos contragolpes de picadura de cobra de los blancos lo condujo Ronaldo hasta la línea de fondo, ante el terror de Rosales y Sergio Sánchez, y tras quebrar a ambos con una de sus clásicas bicicletas asistió al francés para que con el exterior de su bota derecha hiciera el primero. Weligton reclamó un agarrón de Benzema que la repetición confirmó, pero el defensa brasileño también cometería la misma infracción. El gol era totalmente legal. Acertó Vicandi Garrigo, aunque no podía presumir demasiado. El colegiado vasco se «tragó» dos penaltis tremebundos a Cristiano y Ramos, por sendos agarrones de Sergio Sánchez y Santa Cruz.
Casillas volvió a las andadas y vuelve a abrir el debate en la portería
El tanto de Karim era su octavo en Liga y el sexto de manera consecutiva . Los tiempos de gato de Benzema están muy lejos. Los que no terminan de regresar del todo son los mejores momentos de Casillas. Tras un par de meses de méritos de otra época, Íker estuvo cerca de darnos debate hasta trinchar el pavo de Nochebuena. Una volea de Darder desde 30 metros quiso despejarla Casillas de puños, pero el mostoleño colocó mal sus manos y su contacto con el balón acabó haciéndole un caño antes de que el palo expulsará el balón a córner.
La pifia de Casillas, repetida en la segunda mitad, no se trasladó al equipo, alérgico al nerviosismo desde hace ya bastante tiempo. Solo en las jugadas a balón parado, cómo no, sufrían algo los de Ancelotti. Duda y Juanpi estrellaron sus golpes francos contra la madera; y Roque también rozó el gol en un cabezazo a la salida de un córner que se marchó por encima del larguero.
Mientras tanto, el Madrid acumulaba manos a mano desperdiciados y cansancio por igual. Bale, Isco y, sobre todo, Cristiano tuvieron el segundo pero los tres se empeñaron en hacer de Kameni el mejor del partido. En especial Ronaldo, que tras un grave error de Weligton, dejó al portugués al borde del área pequeña con el balón en su bota derecha y sin oponente alguno. El disparo seco del luso encontró en Kameni la mejor parada de lo que llevamos de campeonato. El espíritu de Caballero sigue vivo en La Rosaleda
Sentencia y roja
Los últimos diez minutos nos dejaron dos goles y una expulsión. Bale, por fin, en la enésima ocasión del Madrid hizo el 0-2. El galés aprovechó una asistencia con la cabeza de Cristiano para cabalgar hasta el área y batir a Kameni con su diestra. Santa Cruz, en la prolongación, le dio al Málaga un gol merecido. La propuesta de los andaluces huele a Europa. Entre medias del 1-2, Vicandi Garrigo completó su mal partido expulsando a Isco , por una doble amarilla cómica tras una inexistente falta. El consuelo para el «23» blanco fue el aplauso que le dedicó su gente. Así de perfecto es el Madrid de Ancelotti, que hasta sus jugadores que ven la roja son ovacionados. El verso libre, como Mourinho y Muñoz, son ya historia.
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