«¿Y quién suspende a Zidane, Pelé?»

Cristiano (marcó su gol 71 en Champions frente al Liverpool, 0-3), Benzema, Varane, Pepe, Arbeloa, la generalidad de jugadores internacionales del Real Madrid están pasmados ante la posibilidad de que Zinedine Zidane, «Zizou» en el vestuario, sea suspendido como segundo entrenador del Castilla durante tres meses porque «unos señores digan que es el primer entrenador».

En Francia también están sorprendidos. Campeón del mundo con Francia en 1998, ganador de la Eurocopa en el año 2000 y triunfador en la Champions 2002, con el golazo que es imagen de la competición más prestigiosa del mundo, Zinedine puede ser suspendido durante tres meses por la Federación Española acusado de ejercer como primer entrenador del Castilla cuando aún no ha obtenido el título. Francia se lo otorgará en febrero, pero habría podido ejercer ya en el Girondins si el club galo le hubiera fichado en julio. En Francia no son tontos. Tener un gran jugador como preparador en tu país, en tu Liga, es un beneficio para todos. Eso opinan también muchos profesionales del fútbol español. Pero el oficialismo exige el Reglamento. El Real Madrid recurrió ayer ante el Comité de Competición.

La entidad madridista basa su defensa jurídica en tres capítulos. El primero es puramente técnico: «Zidane es segundo técnico del Real Madrid Castilla y así consta en el organigrama del club, el primer entrenador es Santiago Sánchez», señala la entidad. El Reglamento permite ser ayudante sin poseer la licencia. Algunos opinan, sin embargo, que ejerce verdaderamente de jefe. El segundo punto importante es la imagen externa: «La prensa se centra en él por su enorme importancia futbolística, pero esa repercusión nada tiene que ver con su puesto en el equipo. Es ayudante de Santiago Sánchez». Santi, como le conocen en la casa, también paga estos platos rotos. Se le acusa de permitir que Zizou trabaje de primer entrenador gracias a su título. Y también será suspendido por noventa días si el Madrid no gana el caso ante Competición, Apelación y quien sabe si el tribunal de Disciplina Deportiva del Consejo Superior de Deportes.

Muchos profesionales no entienden este celo. «Siempre será mejor que figuras como Cruyff y Zidane ejerzan aquí, como es mucho mejor que futbolisas como Cristiano, Messi, Neymar y Bale jueguen en nuestra Liga». El tercer aspecto que el Madrid argumenta es una reflexión que trasciende a la jurídica y judicial. «Cruyff nunca tuvo el título y la Federación le concedió permiso para entrenar al Barcelona por su significado como futbolista. ¿Por qué se trata de manera diferente a Zidane? Cruyff ha expuesto que no comprende que a Zidane se le pueda sancionar. Estos grandes jugadores deberían recibir el título porque saben más de fútbol que todos los demás. A Beckenbauer se lo dio la Federación Alemana para ser seleccionador. Ganó el Mundial 1990. Como adujo Cruyff: ¿Y quién me examina a mí?. Hoy decimos: ¿Quién tiene autoridad de examinar a Zizou?». Este argumento es el que expresan los pupilos de Ancelotti. «¿Y quién aprueba o suspende a Zizou, Pelé? Cruyff sí ejerció y nadie le examinó».

El entrenador italiano del primer plantel madridista también adujo que no era justo lo que le sucedía a Zinedine: «Jémez habla demasiado». El entrenador del Rayo fue quien caldeó un litigio que inició Miguel Ángel Galán, presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores, quien abrió el caso al denunciar a Zidane ante la Federación. Jémez calentó el asunto al manifestar que «Zidane no es mi compañero, no tiene el título». En el Madrid no ha gustado que Del Bosque se inmiscuyera en el litigio. El seleccionador opinó que si el fútbol español exige el título, debería aplicarse la normativa. Es un nuevo desencuentro entre el responsable de España y su antiga casa.