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Los diez fuegos apagados por Ancelotti
Después de tres derrotas, él serenó el ambiente: «Esto lo soluciono». Desde Casillas a Benzema, pasando por la defensa
![Los diez fuegos apagados por Ancelotti](https://www.abc.es/fuergo--644x362.jpg)
Una derrota en el Real Madrid es un desastre, tres son el infierno. Ese es el espíritu del club desde que Alfredo Di Stéfano transformó la entidad para buscar las más altas cotas. Cuando el Madrid perdió el derbi liguero, 1-2, con Casillas como víctima de los silbidos, Ancelotti fue puesto en duda por parte del madridismo. Era la tercera derrota del conjunto blanco. Había caído ante el Atlético en la Supercopa y frente a la Real Sociedad en Anoeta. El técnico acabó con el ambiente en un santiamén. «Esto lo soluciono yo». Como lo hizo el año pasado, al colocar a Di María como interior izquierda y jugar un 4-4-3. Ahora, el italiano se ha enfrentado a diez fuegos internos. Todos están apagados.
La primera llama apagada ha sido la duda. Desde el fracaso en el derbi, el equipo ha cosechado seis victorias, dos en Champions y cuatro en Liga. Silenció las críticas.
El segundo incendio anulado: Casillas. Los pitos no le hicieron cambiar de opinión. Le mantuvo como titular. El colmo ha sido escuchar silbidos contra Íker hasta cuando paró bien, como sucedió ante el Athletic.
El tercero era un rescoldo de Íker: el papel de Keylor. En pleno debate contra el capitán, «Carletto» demostró personalidad al anunciar que daba un partido a Navas, frente al Elche. Los casillistas de salón saltaron como lobos. Dijeron que Vecchi, entrenador de porteros, era un viejo incapacitado. Cuatro días después, Íker volvió a ser titular, en Villarreal. Se olvidaron de Vecchi.
El cuarto fuego anulado fue Varane. Mientras se decía que Raphael quería marcharse, porque no jugaba, el central firmaba su renovación hasta 2020. Hoy juega habitualmente, en las rotaciones con Pepe y Ramos.
Profundizamos en el asunto. El 19 de septiembre, Varane reaparecía en el Madrid, frente al Deportivo. En esos días negociaba la extensión de su contrato, hasta 2020, mientras algunos esgrimían que estaba enojado por no jugar y deseaba irse. El francés ha recibido el apoyo del técnico. Va a jugar mucho.
El quinto fuego sin llama es Benzema. Acusado de indolente, su preciosa asistencia de gol a Cristiano en El Madrigal acabó con la enésima polémica. Desde entonces no ha parado de marcar.
El entrenador confía en Karim. Cuando el francés trazó el pase de la muerte al portugués en Villarreal, le llamó a la banda y le dijo: «Tranquilo, tu siempre juega así. Hay centros que son más importantes que los goles». El técnico valora a este «nueve» especial que ejerce de «diez». Nunca será comprendido por muchos. Sí por su jefe. Y por el equipo.
El sexto fuego ha sido James. Muchos le han comparado con Di María. Es un futbolista distinto, de clase indiscutible. Hoy es un gran asistente de Ronaldo, un buen goleador y el centrocampista que más corre y mejor defiende. Ha callado bocas.
El séptimo fuego apagado son los errores balón parado. Esos fallos costaron las tres derrotas. Se ha mejorado mucho. Íker quedó imbatido ante el Villarreal y el Athletic.
El octavo fuego es la necesidad de sacrificio defensivo. Era un gran problema de los delanteros y los medios. El Madrid sufría con goles la falta de marcajes de easas dos líneas. Hoy, Benzema y Bale bajan y defienden. Isco siempre lo hace.
El noveno incendio bañado han sido Isco e Illarra. El malagueño tiene clase a raudales para ser titular y Ancelotti lo saca en todos los partidos. Jugará mucho. También tendrá bastantes minutos el guipuzcoano. Fichado por 38 millones, hace un año le faltaba un hervor. Carlo cuenta con él. No le ha dejado irse. Tendrá muchos partidos.
La décima llama es la próxima titularidad de Íker. Su fallo con España ha reabierto el debate. Ancelotti no lo permitirá en el Madrid. Decidirá él, no se dejará dominar por el ambiente.
Hay un poso de filosofía en esta decisión. La política abordada por Ancelotti en el litigio de la portería ha sido devolver a Íker la confianza para comprobar su rendimiento. Se marchó Diego López, se fichó a Keylor Navas y el técnico concedió al capitán esta oportunidad. Los silbidos a Casillas no le afectarán. Solo él decidirá.
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