real madrid
Casillas: «Yo respeto al míster y a Keylor»
El capitán comprende a Ancelotti: «Quiere tener a todos los jugadores activos, es lógico. Me dijo que Navas jugaba y nada más»
Han sido tres días de tensión externa, que no interna en el club. Íker Casillas regresó a la titularidad del Real Madrid en Villarreal. Ancelotti lo anunció en el seno interno de la casa blanca el mismo día que decidió darle un partido a Keylor, frente al Elche. Muchos lo pusieron en duda, sin tener argumentos para ello. Pensaron que el madrileño perdía el sitio en favor del cosarricense. Es quitar de la portería a Íker y se arma un escándalo mediático sorprendente. El capitán debe sentirse incómodo con su protagonismo en estos vaivenes periodísticos. Ayer volvió a jugar y mantuvo la portería a cero por segunda vez en esta Liga, un hecho que Ancelotti subrayó en un equipo que juega al ataque, marca muchos goles y recibe demasiados. Es el principal problema que trabaja el equipo para ser más sólido defensivamente.
Tras el 0-2, el portero titular dio la cara después de la semana del morbo. Y rebajó tensiones. «Solo se habla de míy de la portería, cuando el equipo tiene otras muchas cosas. El míster decidió darle un partido a Navas y yo tengo que acatar sus órdenes. Respeto al entrenador y a mi compañero», adujo el cancerbero como aperitivo de unas declaraciones profundas. «El míster dio minutos a Keylor porque quiere tener a todo el mundo activo, preparado. Es lógico. Navas y Pacheco están trabajando muy bien». El campeón del mundo valoró los cambios en la alineación como un hecho del fútbol moderno: «Las rotaciones son interesantes, porque te mantienen alerta y no te relajas». Todo eran mensajes positivos en el capìtán. Ni un atisbo de crítica.
Íker, el úmero «uno» destacó su «puerta a cero», después de soportar dos tantos en La Coruña y cuatro en San Sebastián: «Hemos jugado más juntos y hemos sufrido menos. Veníamos de encajar goles en casi todas las jornadas y mantenerse imbatido es positivo. En Riazor, el 2-8 fue un partido extraño de idas y venidas y ahora hemos aprendido la lección de aquel día y de Anoeta. No conceder muchas ocasiones y estar ordenados para no sufrir». En El Madrigal tuvo trabajo. Detuvo tres tiros peligrosos y no despejó un balón que se paseó por el área pequeña sin rematador.
Benzema no remata, pero da pases al artillero del equipo, Cristiano . No es suficiente para muchos. El francés sufre incomprensión. Su condena es que lleva el «nueve» y no suele marcar. Porque es un delantero distinto. Ayer realizó una internada portentosa, rubricada con un centro de oro para que Ronaldo sumara su décima diana en la Liga. «Karim jugó muy bien y dio un centro perfecto a Cristiano», advirtió Ancelotti. «A veces es más importante el pase que el gol», remató. Benzema se dirigió al banquillo tras dibujar la jugada del 0-2 y el entrenador le felicitó con una frase secreta.