Investidura de Salvador Illa
Vuelta a la normalidad para unos, traición para otros: la investidura de Illa, vista desde Cádiz
Política
Representantes gaditanos del PP y el PSOE valoran el nuevo gobierno regional de Cataluña y el espectáculo protagonizado por Carles Puigdemont
Illa, elegido presidente de la Generalitat defendiendo a Puigdemont: «Pido que se aplique la ley de Amnistía»
Puigdemont vuelve a humillar al Estado con la complicidad del Gobierno
Cataluña escribe otro capítulo más en su convulsa historia política, plagada de vaivenes en los últimos años. El candidato socialista Salvador Illa es nuevo presidente de la Generalitat, con un apoyo de ERC, además de los Comunes, que ha levantado una enorme polvareda por la financiación singular pactada y que en el resto de comunidades consideran un agravio.
Para rizar el rizo, el expresident Carles Puigdemont, sobre el que pesa una orden de detención, volvió a territorio español, dando incluso un discurso en el paseo Lluís Companys, tras lo que desapareció como por arte de magia y se dio a la fuga. Una situación que ha supuesto la detención de dos mossos por colaborar supuestamente en la huida y por la que muchos han puesto el grito en el cielo por la impunidad con la que el político hizo y deshizo a su antojo.
Tanto la vuelta del PSOE al gobierno catalán como el sainete del dirigente fugado de Junts per Catalunya se ha seguido de cerca en Cádiz, especialmente entre las filas del PSOE y del PP, los dos partidos con mayor implantación en el país y que miran con lupa las implicaciones que pueda tener a nivel nacional la nueva etapa abierta en territorio catalán.
Especialmente críticos con el acuerdo de gobierno pactado entre socialistas y republicanos han sido los dirigentes de los gobiernos autonómicos encabezados por el Partido Popular. En esa línea, el gaditano Antonio Sanz, consejero de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de la Junta, califica el pacto de financiación autonómica como una «inaceptable cesión al independentismo que representa una auténtica traición a Andalucía».
En el día de la investidura del que fuera ministro de Sanidad, Sanz ha estallado con la llegada y posterior huida de Puigdemont, una situación difícil de entender con el dispositivo policial que había este jueves en Barcelona: «El Gobierno de Sánchez ha permitido que Carles Puigdemont humille de nuevo a todos los españoles».
«Nuestro país está siendo señalado a nivel internacional por la incompetencia del Gobierno de España. Cuanto antes hay que acabar con esta vergüenza», ha dicho el número dos del ejecutivo regional con la mente puesta en una futura presidencia de Alberto Núñez Feijóo.
Desde el PP gaditano trasladan que con la presidencia de Illa y la nueva fuga de Puigdemont se vuelve «a la casilla de salida, con el independentismo avanzando hacia sus metas últimas gracias al Partido Socialista».
En el lado contrario está Juan Carlos Ruiz Boix, secretario general del PSOE gaditano, que se congratula de que «un político sensato» encabece el gobierno catalán: «Tiene ante sí grandes desafíos y problemas que resolver tras diez años perdidos».
«Es un gran día para Cataluña», afirma el alcalde de San Roque, añadiendo que «la mayor crisis territorial hasta este momento», que atribuye a la gestión del PP, sólo se solventa «con diálogo, que hace convivencia y avanzar».
Respecto al acuerdo con ERC que contempla un nuevo modelo de financiación, tal vez la cuestión más polémica del pacto de investidura, Ruiz Boix expresa que «no pone en riesgo el principio de solidaridad y, por tanto, no tendrá incidencia en Andalucía y Cádiz».
Puigdemont intenta «que se hable de él»
A caballo entre Cádiz y Barcelona está Fernando Carrera, cabeza visible del PSC en Badalona y que tiene estrechos lazos con la provincia, tanto que atiende la llamada de LA VOZ desde Sanlúcar, de donde es su esposa. Carrera estuvo volcado en la campaña electoral de la mano del ya president Illa, por lo que se muestra satisfecho: «Esto es lo necesario para conseguir olvidar de verdad todo lo que llevamos viviendo estos años, que no es poco».
«En unos meses vamos a conseguir que la normalidad que está instaurada ya en la calle vuelva a las instituciones, que es algo que llevamos reclamando mucho tiempo. Quienes vivimos en Cataluña sabemos que más allá de un porcentaje que sigue enrocado en posiciones muy extremas, la mayoría de la gente vive en un clima de normalidad como hacía años que no se vivía», dice sobre lo que está por venir con el cambio de gobierno autonómico, donde Carrera puede tener encaje en función de las decisiones que tome Illa en las próximas semanas.
Pasar página en Cataluña «es bueno para España», indica, augurando que no habrá muchos altibajos al estar el PSC al frente de la Generalitat, el ayuntamiento barcelonés o la diputación provincial de Barcelona: «Parece que serán cuatro años tranquilos». «Aporta seguridad jurídica, importante para aquellas empresas que se quieran volver a instalar en Cataluña», expone en el plano económico.
Sobre el espectáculo protagonizado por Carles Puigdemont, el político socialista prefiere no darle bombo y que sean las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado los que actúen: «Cuanta menos atención le demos, mejor para todos. Me quedo con la investidura y prefiero no perderme demasiado con el espectáculo que ha intentado hacer y que además tiene como objetivo que se hable él».